La OCS inicia expansión de su alcance en la próxima reunión de julio en Ufa.
(30 Abril 2015)
Aquí un informe de otra acción positiva en desarrollo para los países de Asia por parte de la Organización para la Cooperación de Shangai lideradas por China y Rusia. Esta vez es respecto del conflicto entre Azerbaiyán y Armenia alimentado desde mucho tiempo atrás por las potencias occidentales acaudilladas por el imperialismo norteamericano.
Aquí un informe de otra acción positiva en desarrollo para los países de Asia por parte de la Organización para la Cooperación de Shangai lideradas por China y Rusia. Esta vez es respecto del conflicto entre Azerbaiyán y Armenia alimentado desde mucho tiempo atrás por las potencias occidentales acaudilladas por el imperialismo norteamericano.
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La Organización de Cooperación de Shanghai (OCS): El nuevo marco para la resolución del conflicto de Nagorno-Karabaj
Por Andrew Korybko
Global Research, 29 de abril 2015
Moscú-Bakú y Revisión Oriental 28 de abril 2015
Azerbaiyán y Armenia están programadas para unirse a la Organización de Cooperación de Shanghai como miembros observadores durante la reunión del Grupo de este mes de julio,según el secretario general de la OCS Dmitry Mezentsev. Esto le da la oportunidad fortuita a Bakú para moverse finalmente más allá del formato de Minsk de la OSCE Grupo fallado y en un nuevo marco que inyecta nueva vida en el estancado proceso de paz. Al eliminar a los actores inútiles (USA,Francia) y ulteriores en mente y su sustitución por el pináculo del pragmatismo (China), se espera que una resolución del conflicto de Nagorno-Karabaj realista podría acelerarse en el futuro cercano, dependiendo de lo que haga sobre su fracaso los EE.UU. y sus aliados europeos para sabotear este desarrollo en avance.
Tres razones por las que la OCS es la mejor solución
Si bien hay muchos puntos fuertes que se pueden hacer en favor de la participación de la diplomacia de la OCS en el proceso de paz de Nagorno-Karabaj, aquí son tres de los más destacados:
Modelo de Enfoque:
La OCS tiene previsto iniciar una expansión masiva de su alcance durante la próxima reunión de julio en Ufa, que dará la bienvenida en la organización a la inclusión de tres pares de estados rivales; India y Pakistán (como miembros oficiales); Siria y Turquía (como miembro observador y socio de diálogo existente, respectivamente); y Azerbaiyán y Armenia (como miembros observadores). Esto no es sólo una mera coincidencia, sin embargo, sino que revela un enfoque modelado pensado por los dos países líderes de la OCS, Rusia y China, para prevenir brotes de guerra formal en tres de los conflictos más dramáticos de Eurasia.
La idea más grande aquí es que la OCS, liderado por los esfuerzos diplomáticos intensos y dedicados de Moscú y Pekín, tratará de implicar de forma constructiva en sí en estos tres conflictos prolongados con el fin de lograr su resolución pacífica, con Nagorno-Karabaj que sólo ser un pieza del rompecabezas más grande. Sea como fuere, se espera que Baku cosechará los dividendos políticos resultantes de la intervención diplomática conjunta de Rusia y China en este proceso, en gran parte debido a la naturaleza eficiente de la asociación estratégica entre Rusia y China.
La asociación estratégica entre Rusia y China:
Moscú y Beijing se han dedicado a la diplomacia complementaria desde la formalización de su asociación estratégica en 1996, con el desenvolvimiento de la pasada década que fué testigo del efecto de largo alcance de estos esfuerzos.Ambos países aspiran a aliviar sobre todo la desestabilización en Eurasia y allanar el camino para la integración económica pan-continental que beneficie a todos los jugadores, que entran directamente en conflicto con el objetivo dado de influyentes grupos de presión de la política exterior de Estados Unidos como Zbigniew Brzezinski que abogan por la militarización del "caos controlado" para mantener a estos dos gigantes en discrepancia.
El tema de fondo del siglo 21º es, pues, el enfrentamiento entre Rusia y China, por un lado, y los EE.UU. y algunos de sus aliados europeos y no occidentales, por el otro, con la antigua estabilidad de apoyo e integración en Eurasia, y el segundo perseguir su fragmentación estratégica para su beneficio egoísta. Mirado desde esta perspectiva geopolítica, queda claro que Rusia y China tienen un interés inherente y sincero en la prevención de los tres conflictos antes mencionados a partir de (re) ingresar en erupción las guerras de pleno derecho, ya que ello indirectamente los desestabiliza y arruina su planes integracionistas pan-continentales. Por el contrario, los EE.UU. y sus aliados asociados están interesados en exacerbar estos conflictos y provocar una guerra manipulada, y su participación penetrante en el Cáucaso está diseñada para hacer precisamente eso en lo relacionado con Nagorno-Karabaj.
Todo el mundo gana:
En caso de que la OCS tome la iniciativa en reiniciar las conversaciones de paz de Nagorno-Karabaj y venga a sustituir a la OSCE-Grupo de Minsk fallado, entonces todos los cuatro principales implicados se beneficiarían inmensamente:
Azerbaiyán
Con la paz en el Cáucaso, algunos de los miles de millones de dólares que se gastan cada año en el ejército podría ser redirigido al desarrollo de infraestructuras sociales, económicos que podrían beneficiar más directamente al pueblo de Azerbaiyán. No sólo eso, sino que el dinero podría ser invertido en la reconstrucción de Nagorno-Karabaj y ayudar con el reasentamiento de los desplazados internos que huyeron a principios de 1990.
Armenia
El bloqueo económico de dos décadas que Turquía ha estado imponiendo en Armenia ha paralizado la economía de este último y obstaculizado su desarrollo. Si bien es poco probable que los turcos étnicos comprarían bienes armenios una vez que se levante el bloqueo, es más probable que los millones de kurdos en el sudeste de Turquía que bordean el país lo hagan, ya sea por necesidad económica pura o como un medio de enviar una señal desafiante a Ankara . De cualquier manera, esto rejuvenecerá la economía más pobre de la región y la dotaría de una línea de vida que tanto necesita del apoyo para evitar su colapso.
Rusia
Una solución pacífica en Nagorno-Karabaj estabilizaría el Cáucaso Sur y retiraría la última palanca de influencia con que los EE.UU. podrían manipular el lanzamiento de la región en el caos diseñado estratégicamente. En caso de que sea un curriculum vitae de guerra, entonces, Rusia no sería capaz de gestionar eficazmente las crisis simultáneas en su occidente (Ucrania), de la región caucásica (Nagorno-Karabaj) y el sur (Asia Central / Afganistán) en focos de seguridad, lo que en consecuencia, permitiría a los EE.UU. asimétricamente romper las defensas de Moscú y desestabilizar directamente la propia Federación. Por esta razón, la mediación de paz entre Azerbaiyán y Armenia se encuentra entre llas altas preocupaciones de seguridad a largo plazo de Rusia.
China
Aparte del interés que ha mencionado anteriormente en la estabilidad de Pan-Eurasia, China también quiere evitar que los militares de Estados Unidos y de la OTAN estén cada vez más cerca de la cuenca del Mar Caspio. Esto se debe a que una cantidad considerable de gas de China es actualmente importado de Turkmenistán, y una renovación de la guerra de Nagorno-Karabaj podría crear un escenario en el que una intervención militar de fuera de la región (EE.UU. / OTAN) se convierta en una realidad. Mientras que la presencia constante de Estados Unidos en Afganistán es sin duda una amenaza en este sentido, una influencia que flanquearía simultáneamente en el extremo oeste del mar Caspio podría crear una atmósfera abrumadora de presión sobre Turkmenistán que podría ser utilizado para amenazar a las importaciones de energía de China desde el país en el futuro.
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El último artículo de esta serie abordará las formas en que los EE.UU. planea sabotear el proceso de paz de la OCS en Nagorno-Karabaj de Azerbaiyán y cómo se puede evitar que ésto suceda.
Andrew Korybko es el analista político y periodista de Sputnik que actualmente vive y estudia en Moscú. Ésta y próximos artículos sobre solución de Nagorno-Karabaj se prepararon para el portal de Azerbaiyán Moscú-Bakú y publicados en Inglés exclusivamente a REVIEW ORIENTAL.
Notas:
Fuente en ruso: Moscú-Bakú
Inglés cortesía texto original del autor.
Por Andrew Korybko
Global Research, 29 de abril 2015
Moscú-Bakú y Revisión Oriental 28 de abril 2015
Azerbaiyán y Armenia están programadas para unirse a la Organización de Cooperación de Shanghai como miembros observadores durante la reunión del Grupo de este mes de julio,según el secretario general de la OCS Dmitry Mezentsev. Esto le da la oportunidad fortuita a Bakú para moverse finalmente más allá del formato de Minsk de la OSCE Grupo fallado y en un nuevo marco que inyecta nueva vida en el estancado proceso de paz. Al eliminar a los actores inútiles (USA,Francia) y ulteriores en mente y su sustitución por el pináculo del pragmatismo (China), se espera que una resolución del conflicto de Nagorno-Karabaj realista podría acelerarse en el futuro cercano, dependiendo de lo que haga sobre su fracaso los EE.UU. y sus aliados europeos para sabotear este desarrollo en avance.
Tres razones por las que la OCS es la mejor solución
Si bien hay muchos puntos fuertes que se pueden hacer en favor de la participación de la diplomacia de la OCS en el proceso de paz de Nagorno-Karabaj, aquí son tres de los más destacados:
Modelo de Enfoque:
La OCS tiene previsto iniciar una expansión masiva de su alcance durante la próxima reunión de julio en Ufa, que dará la bienvenida en la organización a la inclusión de tres pares de estados rivales; India y Pakistán (como miembros oficiales); Siria y Turquía (como miembro observador y socio de diálogo existente, respectivamente); y Azerbaiyán y Armenia (como miembros observadores). Esto no es sólo una mera coincidencia, sin embargo, sino que revela un enfoque modelado pensado por los dos países líderes de la OCS, Rusia y China, para prevenir brotes de guerra formal en tres de los conflictos más dramáticos de Eurasia.
La idea más grande aquí es que la OCS, liderado por los esfuerzos diplomáticos intensos y dedicados de Moscú y Pekín, tratará de implicar de forma constructiva en sí en estos tres conflictos prolongados con el fin de lograr su resolución pacífica, con Nagorno-Karabaj que sólo ser un pieza del rompecabezas más grande. Sea como fuere, se espera que Baku cosechará los dividendos políticos resultantes de la intervención diplomática conjunta de Rusia y China en este proceso, en gran parte debido a la naturaleza eficiente de la asociación estratégica entre Rusia y China.
La asociación estratégica entre Rusia y China:
Moscú y Beijing se han dedicado a la diplomacia complementaria desde la formalización de su asociación estratégica en 1996, con el desenvolvimiento de la pasada década que fué testigo del efecto de largo alcance de estos esfuerzos.Ambos países aspiran a aliviar sobre todo la desestabilización en Eurasia y allanar el camino para la integración económica pan-continental que beneficie a todos los jugadores, que entran directamente en conflicto con el objetivo dado de influyentes grupos de presión de la política exterior de Estados Unidos como Zbigniew Brzezinski que abogan por la militarización del "caos controlado" para mantener a estos dos gigantes en discrepancia.
El tema de fondo del siglo 21º es, pues, el enfrentamiento entre Rusia y China, por un lado, y los EE.UU. y algunos de sus aliados europeos y no occidentales, por el otro, con la antigua estabilidad de apoyo e integración en Eurasia, y el segundo perseguir su fragmentación estratégica para su beneficio egoísta. Mirado desde esta perspectiva geopolítica, queda claro que Rusia y China tienen un interés inherente y sincero en la prevención de los tres conflictos antes mencionados a partir de (re) ingresar en erupción las guerras de pleno derecho, ya que ello indirectamente los desestabiliza y arruina su planes integracionistas pan-continentales. Por el contrario, los EE.UU. y sus aliados asociados están interesados en exacerbar estos conflictos y provocar una guerra manipulada, y su participación penetrante en el Cáucaso está diseñada para hacer precisamente eso en lo relacionado con Nagorno-Karabaj.
Todo el mundo gana:
En caso de que la OCS tome la iniciativa en reiniciar las conversaciones de paz de Nagorno-Karabaj y venga a sustituir a la OSCE-Grupo de Minsk fallado, entonces todos los cuatro principales implicados se beneficiarían inmensamente:
Azerbaiyán
Con la paz en el Cáucaso, algunos de los miles de millones de dólares que se gastan cada año en el ejército podría ser redirigido al desarrollo de infraestructuras sociales, económicos que podrían beneficiar más directamente al pueblo de Azerbaiyán. No sólo eso, sino que el dinero podría ser invertido en la reconstrucción de Nagorno-Karabaj y ayudar con el reasentamiento de los desplazados internos que huyeron a principios de 1990.
Armenia
El bloqueo económico de dos décadas que Turquía ha estado imponiendo en Armenia ha paralizado la economía de este último y obstaculizado su desarrollo. Si bien es poco probable que los turcos étnicos comprarían bienes armenios una vez que se levante el bloqueo, es más probable que los millones de kurdos en el sudeste de Turquía que bordean el país lo hagan, ya sea por necesidad económica pura o como un medio de enviar una señal desafiante a Ankara . De cualquier manera, esto rejuvenecerá la economía más pobre de la región y la dotaría de una línea de vida que tanto necesita del apoyo para evitar su colapso.
Rusia
Una solución pacífica en Nagorno-Karabaj estabilizaría el Cáucaso Sur y retiraría la última palanca de influencia con que los EE.UU. podrían manipular el lanzamiento de la región en el caos diseñado estratégicamente. En caso de que sea un curriculum vitae de guerra, entonces, Rusia no sería capaz de gestionar eficazmente las crisis simultáneas en su occidente (Ucrania), de la región caucásica (Nagorno-Karabaj) y el sur (Asia Central / Afganistán) en focos de seguridad, lo que en consecuencia, permitiría a los EE.UU. asimétricamente romper las defensas de Moscú y desestabilizar directamente la propia Federación. Por esta razón, la mediación de paz entre Azerbaiyán y Armenia se encuentra entre llas altas preocupaciones de seguridad a largo plazo de Rusia.
China
Aparte del interés que ha mencionado anteriormente en la estabilidad de Pan-Eurasia, China también quiere evitar que los militares de Estados Unidos y de la OTAN estén cada vez más cerca de la cuenca del Mar Caspio. Esto se debe a que una cantidad considerable de gas de China es actualmente importado de Turkmenistán, y una renovación de la guerra de Nagorno-Karabaj podría crear un escenario en el que una intervención militar de fuera de la región (EE.UU. / OTAN) se convierta en una realidad. Mientras que la presencia constante de Estados Unidos en Afganistán es sin duda una amenaza en este sentido, una influencia que flanquearía simultáneamente en el extremo oeste del mar Caspio podría crear una atmósfera abrumadora de presión sobre Turkmenistán que podría ser utilizado para amenazar a las importaciones de energía de China desde el país en el futuro.
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El último artículo de esta serie abordará las formas en que los EE.UU. planea sabotear el proceso de paz de la OCS en Nagorno-Karabaj de Azerbaiyán y cómo se puede evitar que ésto suceda.
Andrew Korybko es el analista político y periodista de Sputnik que actualmente vive y estudia en Moscú. Ésta y próximos artículos sobre solución de Nagorno-Karabaj se prepararon para el portal de Azerbaiyán Moscú-Bakú y publicados en Inglés exclusivamente a REVIEW ORIENTAL.
Notas:
Fuente en ruso: Moscú-Bakú
Inglés cortesía texto original del autor.
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