Revolución Yemení hundirá autocracia saudita.- Comentario.
(31 Marzo 2015)
La nueva intervención norteamericana en Medio Oriente se enmascara en una "alianza" de países "liderados" por Arabia Saudí contra la Revolución popular en Yemen, lo que no hace sino colocar en una posición mas taimada a la camarilla imperialista norteamericana de pretender engañar al mundo con semejante treta.
Reproducimos a continuación un comentario con bastante información sobre los hechos publicado en elespiadigital
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Desfondamiento de la tiranía wahabí
Por José Luís Ontiveros (México)
El ataque que ejecuta Arabí Saudí y sus putrefacta monarquía de la Casa de Saúl y la gusanería de lujo de los Emiratos árabes contra la legítima insurrección chiita en Yemen, sólo acelerará su disolución y en términos geoestratégicos su derrota y la de sus aliados el condominio yanqui-sionista.
El Ejército saudí es escenográfico, no ha librado ninguna batalla, no se ha forjado en el dolor, ha sido un medio de represión interna y de la invasión de Bahrein de mayoría chiíta, donde ha acorralado a la población civil y masacrado sin que la ONU se de cuenta ni menos el Departamento de Estado Norteamericano, que sólo tiene su atención manipuladora en la Venezuela bolivariana o en la Ucrania de un presidente de facto, chocolatero y tembleque.
Mas el temor respecto a la República Islámica de Irán es tanto de las tribus que el Profeta guió y que han hecho traición a sus principios permitiendo los sunitas-wahabitas la ocupación de los santos lugares de la Meca, la Kaaba y Medina por los infieles yanquis, la soldadesca más despreciable del mundo, que quizá sólo la sobrepase esa mística racial del Jehová demente de Israel, Bibi Netanyahu y su arrogancia paranoica; es ejemplarizante.
Lo importante es que el Ejército saudí de la Casa inmunda de Saud invada en verdad Yemen y lleve consigo la mayor humillación. Esa es la jugada estragética del ajedrez persa, que los saudíes ataquen y se empantanen y sean diezmados como los yanquis en Vietnam, en Irak y en Afganistán.
No se trata como afirma René Guénon de una lucha entre católicos y protestantes en relación al sunnismo y al chiismo, ya que no está presente el individualismo burgués de la libre interpretación o algo semejante. Sólo existe un Corán, una Unma -comunidad de los creyentes- un sólo criterio teológico. Sólo los muy ignorantes pueden ver una yuxtaposición de las guerras que debilitaron y rompieron la unidad de la Cristiandad por el empeño de la ponzoñosa reforma protestante.
Hay, en cambio, un conflicto geoestratégico de muy vastas consecuencias. La Liga Árabe, en un alarde de estupidez que supera su parálisis ante las atrocidades cometidas contra los palestinos por la Entidad sionista, ha proclamado la formación de un ejército de respuesta rápida en contra del antiislámico y autollamado Estado Islámico, creación wahabita, israelí, yanqui y de los emiratos travestidos en occidentafilia.
Será muy interesante ver que el conjunto de las fuerzas armadas saudíes sea destripado. Esos son puros uniformes deslumbrantes de un sastre parisiense, ya que los saudíes han invalidado de hecho al Islam comprando todo, menos la Fe y la verdadera senda de la perfección espiritual.
Por ello espero en lo particular que los saudíes invadan Yemen. Se lanzarán a un pantano en que pataleando la Casa de Saud se hundirá más. Ello debilitaría gravemente a Estados Unidos, la americanosfera sionista y a la propia existencia precaria de la entidad pirata israelita.
Las 600 ojivas nucleares con que cuenta Israel proporcionadas en su mayor parte por Francia y los seis submarinos nucleares entregados por una corrupta Alemania, de nada servirán frente al envío de una sola bomba que destruyera su infraestructura básica.
Los saudíes no dan muestras de predominio con sus más de 100 cazas bombardeando a Yemen sino de un enorme pavor, embotador y arrasador contra sus propios amos, o lo amos de los amos hasta llegar al supragobierno mundial o Kahal.
Confío en que los saudíes invadan Yemen con el grueso de su Ejército mientras que Riad quedaría desprotegida en caso de una contraofensiva iraní. Arabia Saudita debe ser liberada de su yugo occidentalista-otanesco-yanqui. Por ello, es muy importante que el wahabismo institucional, que es la matriz del terrorismo, sea aniquilado por sus propios autores. El wahabismo al fin se precipita a su desplome definitivo. Y Rusia ve crecer su influencia en Siria, en Irak, en Irán y con bases geoestratégicas para cercar a EEUU. Que los sauditas ataquen. Veamos cómo terminan.
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