martes, 10 de marzo de 2015

(I) La Guerra de Vietnam - Ofensiva TET 1968: Gesta Revolucionaria Mundial (09 Mar 2015)

Guerra de Vietnam: La Ofensiva TET Ene-Mar 1968.-
Otro Hito Importante de la Revolución Mundial del siglo XX.
(09 Marzo 2015)

 La Guerra de Vietnam marcó a toda una generación en el mundo. Y ello no sólo por la amplitud en el tiempo y la intensidad de la lucha de un pueblo heróico como el vietnamita contra la más grande potencia imperialista en lo económico y militar, sino por las implicancias regionales e internacionales que conllevaban su desarrollo y desenlace final.

 Y la Guerra de Vietnam tuvo un punto de virage en su desarrollo -al igual que en la II Guerra Mundial fue Stalingrado-, éste fué la Gran Ofensiva TET en Enero-Marzo de 1968. Y al igual que Stalingrado significó doblarle la mano no sólo al nazismo en la Gran Guerra Patria de la Unión Soviètica sino al fascismo internacional y que los pueblos del mundo pasaran a la ofensiva en su lucha contra él; la Ofensiva del TET de 1968 significó la derrota de la arrogancia de la invasión norteamericana a Vietnam con su debacle en adelante y el campanazo a los pueblos del mundo de esa nueva generación en la lucha contra el imperialismo mundial y por la liberación de los pueblos del yugo esclavista-colonial.

 Los hechos a partir de la Ofensiva del TET de 1968 se precipitaron vertiginosamente en una sucesión que arrinconaba al imperialismo norteamericano como superpotencia en rivalidad con la otra que ya despuntaba en sus "juegos políticos" por la hegemonía mundial. Vietnam, que los socialfascistas soviéticos pretendían usar como una carta política en su juego por esa hegemonía, se les iba de la mano y declaraba al mundo entero su lucha independiente por la democracia popular y la libertad. La Ofensiva del TET fue planificada totalmente en secreto, sin conocimiento de la cúpula socialfascista soviética. Y las consecuencias, con el auge revolucionario que señaló, se han ido percibiendo más claramente en el tiempo.

 El primer artículo que copiamos a continuación describe algo de esas consecuencias en la situación mundial señalando que: "La Ofensiva del Tet causó miedo y temblores en los corredores del poder (de EE.UU.), pero en el mundo en general inspiró a millones. El espectáculo del desafío al mayor poder del planeta y su humillación por un ejército de pobres alentó a los radicales por doquier a cuestionar jerarquías establecidas desde hace mucho tiempo. Las insurgencias estudiantiles por las que se hizo famoso el año 1968 comenzaron después de Tet, primero en Alemania e Italia en febrero, extendiéndose luego a EE.UU., y con su clímax en Francia en mayo."

 El autor olvida señalar el movimiento independentista del pueblo Checoeslovaco en la llamada "Primavera de Praga" entre abril y Julio del mismo año, reprimido sangrientamente por el ejército soviético.

  El movimiento popular principalmente estudiantil se extendió por toda Europa y tuvo en las "Revueltas de París" entre mayo y junio el punto más alto que hizo tambalear el régimen de De Gaulle.

 El Movimiento contra la guerra de Vietnam era de proyección mundial y en EE.UU. también era sumamente importante que, según menciona otro artículo que copiamos: "El general Westmoreland tuvo que admitir la rotunda incapacidad de sus unidades de inteligencia, mientras el presidente Lyndon Johnson exclamó amargamente: “los comunistas han dado un paseo por nuestra embajada”. Johnson destituyó al Secretario de Defensa y al comandante general en Vietnam del Sur. También se retiró de la carrera electoral para un segundo mandato. Tales resultados obligaron a la Casa Blanca aceptar negociaciones de paz en París, culminadas en 1973".

 Y cuando se dió la escalada con la invasión de Camboya y Laos en el gobierno de Nixon, la presión social determinó la retirada de la guerra.

 El sudeste asiatico ya encendido con la invasión norteamericana generalizó la lucha independentista y ésta se extendió a otras regiones de Asia.

 Las luchas de independencia en África también se ampliaron y profundizaron; en la decada del 60 y comienzos del 70 muchos países africanos se independizaron.

 El movimiento antimperialista latinoamericano tiene un auge en los 60 que al final tienen que ser frenados con golpes militares pro-norteamericanos en todo el continente.

 Por eso la Ofensiva TET en Enero-Marzo de 1968 en la Guerra de Vietnam pasará a la Historia de la Revolución Mundial como otro hito importante del auge revolucionario generacional y será recordado por siempre en la memoria de la humanidad.

 Aquí en seguida el primer artículo que mencionamos en párrafos anteriores que en fecha del 2008 rinde homenaje a esta gesta revolucionaria por sus 40 años. Hoy siete años más lo republicamos con un mayor sentimiento de simpatía al heróico pueblo de Vietnam. Y seguidamente el otro artículo citado de fecha 2013.
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www.rebelion.org
11.Marzo.2008
Una siniestra lección para Iraq
La ofensiva del Tet 40 años después.
Mike Marqusee
Traducido para Rebelión por Germán Leyens


A fines de enero de 2008 se cumplió el 40 aniversario de un evento que sorprendió al mundo, cambió el curso de la historia, y sigue preñado de lecciones para nuestros días. En las primeras horas del 31 de enero de 1968, soldados del Frente Nacional de Liberación de Vietnam del Sur y el Ejército de Vietnam del Norte lanzaron lo que llegó a ser conocido como la Ofensiva del Tet (Coincidió con Tet Nguyen Dan, el nuevo año lunar) contra los ocupantes estadounidenses y su gobierno títere.

Los insurgentes atacaron simultáneamente en todo el país, en más de cien ciudades y localidades, de Pleiku en las tierras altas a Danang en la costa, de Khe Sanh en el norte al Delta del Mekong en el extremo sur. El historiador estadounidense Stanley Karnow describe la Ofensiva del Tet como una ‘ofensiva sorpresa de extraordinaria intensidad y de sorprendente alcance... que por primera vez llevó audazmente la guerra de su marco rural a una nueva arena – las áreas urbanas supuestamente impregnables de Vietnam del Sur.’ Al ser atacadas las comisarías, los barracones militares, prisiones y oficinas gubernamentales, sólo las bases fuertemente fortificadas de EE.UU. se mantuvieron seguras, y los insurgentes rompieron incluso los muros en algunas de ellas. Lo más espectacular fue cuando un grupo de 19 comandos se abrió paso hasta el complejo de la embajada de EE.UU. en Saigón, donde resistió durante seis horas y media – tiempo suficiente para que las imágenes de su rebeldía fueran transmitidas a todo el mundo.

Hue, la antigua capital y tercera ciudad del sur por su tamaño, fue sólo recapturada por EE.UU. después de veinticinco días de feroces combates casa por casa. Ambos lados cometieron allí atrocidades contra la población civil y, al terminar la batalla, 116.000 de la población de la ciudad de 140.000 fueron dejados sin vivienda. EE.UU. había perdido 216 soldados; sus oponentes entre 3.000 y 5.000.

En todo el país, las pérdidas del FLN y de los norvietnamitas alcanzaron proporciones aterradoras. Tal vez haya muerto una mitad – 45.000 – de los soldados involucrados en la ofensiva inicial. Lo que es más, no pudieron conservar ninguna parte del terreno que habían capturado. El objetivo había sido precipitar un levantamiento popular en el sur. Cuando no se materializó – en parte porque el Partido Comunista era débil entre los trabajadores urbanos – prevaleció el armamento superior de EE.UU.

En su notable novela, “The Sorrow of War,” el escritor vietnamita (y veterano del conflicto) Bao Ninh, describe la terrible retirada de Saigón de los insurgentes, perseguidos por tierra y aire por las fuerzas de EE.UU., arrastrando en camillas a sus heridos a través de las montañas, la maraña selvática y el terreno convertido en polvo por los B52. En menos de una quincena fueron rodeados dos veces, y dos veces rompieron el cerco, combatiendo intrépidamente... Carecían de alimentos y sus unidades habían sido despedazadas...’

La contraofensiva de EE.UU. fue feroz e indiscriminada. Las áreas urbanas en manos del FLN fueron pulverizadas. Dentro de dos semanas, 630.000 civiles vietnamitas se convirtieron en refugiados. El 7 de febrero, cuando EE.UU. recapturó el terreno baldío que había sido Beltre, la ciudad del delta del Mekong, un mayor estadounidense explicó a la prensa: ‘Fue necesario destruir la ciudad para salvarla.’ Poco después, mientras purgaban Saigón de presuntos colaboradores, el general Ngoc Lona, jefe de la policía nacional de Sudvietnam fue filmado mientras asesinaba calmadamente a un prisionero maniatado disparándole en la cabeza. Esta imagen también circuló por el mundo, debilitando aún más las afirmaciones estadounidenses de su intención moral. Lo peor aún no había pasado – aunque el público no lo supo hasta dos años después – cuando, el 16 de marzo, soldados de EE.UU. entraron en la aldea de My Lai y masacraron a 500 campesinos desarmados, en su mayoría mujeres y niños.

La Ofensiva del Tet es descrita a veces como un desastre militar que se convirtió en un triunfo político. Años más tarde, el general Tran Do, uno de los arquitectos de la ofensiva, comentó: “Con toda honestidad, no logramos nuestro objetivo principal, que era incitar levantamientos en todo el sur. A pesar de ello, infligimos fuertes pérdidas a los estadounidenses y a sus marionetas, y eso fue un gran logro para nosotros. En cuanto al impacto en EE.UU., no había sido nuestra intención – pero resultó ser un resultado afortunado.”

Para un público estadounidense formado en la creencia en la supremacía sin igual de EE.UU. en lo militar y moral, Tet fue un choque. Durante tres años, le habían asegurado que la guerra en Vietnam estaba siendo ganada. Sólo el 21 de noviembre de 1967, el general William Westmoreland, comandante de EE.UU. en Vietnam, había informado a los crédulos medios que los comunistas eran “incapaces de montar una ofensiva importante.”

La Ofensiva del Tet hizo insostenible la disparidad entre las afirmaciones del gobierno de EE.UU. y la realidad en el terreno. El movimiento contra la guerra que había estado ganando fuerza durante dos años, fue vindicado. Voces influyentes en los círculos gobernantes abandonaron la guerra. Un editorial en el Wall Street Journal formuló: “El público estadounidense debiera prepararse para aceptar, si no lo ha hecho todavía, la perspectiva de que todo el esfuerzo en Vietnam podría estar condenado.” En la primaria de Nueva Hampshire, realizada el 12 de marzo, el presidente Lyndon Johnson fue embarazado por los fuertes resultados del candidato contra la guerra Eugene McCarthy. Cuatro días después, Robert Kennedy anunció que desafiaría a Johnson en la carrera a la Casa Blanca. El 31 de marzo, dos meses después de Tet, el presidente anunció que no buscaría la reelección, y ofreció abrir negociaciones con los norvietnamitas, que aceptaron el 3 de abril. 

La Ofensiva del Tet causó miedo y temblores en los corredores del poder, pero en el mundo en general inspiró a millones. El espectáculo del desafío al mayor poder del planeta y su humillación por un ejército de pobres alentó a los radicales por doquier a cuestionar jerarquías establecidas desde hace mucho tiempo. Las insurgencias estudiantiles por las que se hizo famoso el año 1968 comenzaron después de Tet, primero en Alemania e Italia en febrero, extendiéndose luego a EE.UU., y con su clímax en Francia en mayo.

Sin embargo, la guerra de EE.UU. en Vietnam continuaría con su furia destructora durante cuatro años más. La política de EE.UU. cambió después de Tet: hacia lo que llegó a ser conocido como “vietnamización,” en la que el riesgo para los soldados de EE.UU. fue limitado y se aumentó la dependencia del poder aéreo. Las bajas estadounidenses fueron continuamente reducidas, de 16.000 en 1968, a 6.000 en 1970 y 600 en 1972. Mientras tanto, sin embargo, las bajas del otro lado aumentaron sin parar. Tal vez la mitad de los 5 millones muertos durante el conflicto EE.UU.-Vietnam (según cifras del gobierno de Vietnam) perecieron durante estos años posteriores al Tet. Vastas superficies del país fueron destruidas e intoxicadas. En mayo de 1970, EE.UU. expandió la guerra a Camboya y Laos, matando a otros 700.000.

Ésta es la siniestra lección para Iraq. Hay pocas cosas que sean tan peligrosas como un poder imperial en retirada. Sí, la guerra de Iraq está desacreditada, sus arquitectos abandonarán pronto sus puestos, y los principales candidatos presidenciales de EE.UU. dicen que quieren reducir la presencia de tropas de EE.UU. Ninguno, sin embargo, parece dispuesto a abandonar la misión de EE.UU. en Iraq, que es también apoyada por una serie de fuerzas corporativas, especialmente las compañías petroleras. Como mostró Vietnam, la alternativa a una retirada rápida y completa no es un compromiso feliz, sino una prolongada devastación.

www.mikemarqusee.com
Este artículo apareció primero en The Hindu
http://www.redpepper.org.uk/article1054.html

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 Aquí el enlace:
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=64441

 Y aquí sigue el segundo artículo.

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Ofensiva del Tet en 1968, un viraje en la Guerra de Vietnam.
10/02/2013 | 10:47:00

Los Levantamientos Generales en la primavera de 1968 marcaron un viraje en la lucha libertadora vietnamita al derrotar, por completo, la voluntad invasora de Estados Unidos.

En 1965, Washington comenzó a introducir sus unidades combativas en el Sur de Vietnam con lo que llevó el conflicto armado a una intensidad sin precedentes.

Con la intención de aniquilar al Ejército Libertador del Sur de Vietnam en 18 meses, el Pentágono empleó las armas más modernas de su gigantesco arsenal desde aviones, tanques, cañones, hasta bombas, minas y torpedos.

A fines de 1967, el número de sus efectivos en Vietnam subió a 480 mil, sin contar con otros 68 mil 800 de fuerzas aliadas.

En total, la primera potencia militar mundial movilizó a 800 mil soldados para su agresión, o sea, el 70 por ciento de su infantería, 60 de sus fuerzas aéreas, 40 de las navales y 60 de los marines.

El comandante general William Westmoreland confesó que “nunca en la historia, Estados Unidos ha puesto en el campo de batalla una fuerza tan de elite y experimentada como la en Vietnam en el período 1966-1969”.

Sin embargo, sus miles de operaciones en el Sur de Vietnam durante ese lapso no reportaron ningún avance notable.

Esa incapacidad militar y expuesta crueldad del ejército norteamericano contra el pueblo vietnamita generaron una campaña antibélica cada vez más amplia en todo el mundo.

En tal contexto, el entonces Partido del Trabajo de Vietnam decidió una audaz ofensiva militar combinada con levantamientos populares en todo el sur del país, a fin de crear una nueva correlación en la guerra.

A la orden del Presidente Ho Chi Minh, aludida en un poema de saludo por el Nuevo Año Lunar difundido en la radio nacional, las fuerzas patrióticas atacaron seis ciudades principales, 44 centros urbanos y cientos de municipios.

La ofensiva comenzó en el momento y el lugar menos esperados, justo en la fiesta tradicional y en las ciudades consideradas tierra prohibida para los revolucionarios.

El enemigo quedó sorprendido por la magnitud del ataque, extendido del paralelo divisor 17 hasta el extremo meridional, en la provincia de Ca Mau.

En Saigón, 17 combatientes de un comando especial tomaron la Embajada de Estados Unidos en seis horas. El hecho generó un abrupto cambio de opinión en el país norteño sobre la fuerza de los patriotas vietnamitas.

Otros objetivos del ataque en esa urbe cabecera del Sur resultaron neurálgicos como el palacio presidencial del gobierno títere, la radio, los cuarteles generales del Estado Mayor y de las Fuerzas Navales, así como el aeropuerto Tan Son Nhat.

El general Westmoreland tuvo que admitir la rotunda incapacidad de sus unidades de inteligencia, mientras el presidente Lyndon Johnson exclamó amargamente: “los comunistas han dado un paseo por nuestra embajada”.

Fuerzas libertadoras también retuvieron la Ciudad Imperial de Hue durante 25 días pese a la desventaja numérica y la insuficiencia en municiones y alimentos.

La ofensiva del Tet inició una ola de ataques que se prolongaron hasta fines de 1968 con los que se puso fuera de combate a 680 mil enemigos y gran cantidad de medios bélicos.

Al precio de enormes sacrificios, la victoria revolucionaria arruinó la estrategia de “guerra asimétrica” de Washington e hizo irreversible la salida de Estados Unidos del país indochino.

Johnson destituyó al Secretario de Defensa y al comandante general en Vietnam del Sur. También se retiró de la carrera electoral para un segundo mandato.

Tales resultados obligaron a la Casa Blanca aceptar negociaciones de paz en París, culminadas en 1973.

Sin lugar a dudas, la Ofensiva de Tet de 1968 jugó un papel decisivo en la lucha independentista del pueblo vietnamita hasta su reunificación en abril de 1975. -VNA

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