El dolar USA sólo compra "papeles" de oro; el Yuan Chino produce y compra el oro real.
(23 Diciembre 2015)
Finalizando el año se han producido dos hechos importantes para la contabilidad en las finanzas mundiales: La solicitud de China al FMI de que el Yuan o Renminbi, la moneda china, sea aceptada como divisa en la canasta de monedas con Derechos Especiales de Giro ha sido aprobada y tendrá vigencia a partir de octubre del 2016; y por otro lado con la moneda norteamericana la Reserva Federal, el banco central norteamericano, ha tenido que dejar la manipulación de las bajas tasas de interés e inmensa emisión inorgánica de billetes y “normalizar” su política monetaria con un alza de intereses.
La economía del imperialismo norteamericano ha basado su dominio en el poder político y militar y la especulación financiera forzando a los países a la supeditación política y sometimiento económico. El sistema imperialista ha llegado a dominar la economía mundial creando mecanismos para controlar los precios de las materias primas y la cotización de las monedas de todos los países de su órbita. La última forma de la manipulación financiera mundial ha sido la llamada "flexibilización cuantitativa" que no es otra cosa que una emisión descomunal de billetes sin ningún respaldo productivo tangible. El "respaldo" que dá vigencia al dolar son papeles -Títulos, bonos, hipòtecas, pagarés, deudas en general- sin ningún valor real, "producción a futuro" que se convierte en esos "valores" ficticios para todas las materias primas incluyendo los metales preciosos "a futuro". Esa especulación con esos papeles es la que crea las burbulas financieras que revientan periodicamente; ahora la burbuja se está creando en el propio dolar.
La economía china se basa en la producción real y acumulación tangible de capitales y materias primas que se manifiestan en la solidez de su moneda el Yuan -China en los últimos años es el primer productor e importador de muchas materias primas y de oro en el mundo-, que con el logro obtenido ante el FMI y los bancos con capital chino iniciando su funcionamiento se perfila como un salvavidas en la economía mundial para los países en camino a la independencia económica y financiera.
Los artículos del experto Guillermo Barba publicados en forbes que a continuación reproducimos explican la cambiante situación actual financiera internacional y el papel de China y del oro en este cambio:
(23 Diciembre 2015)
Finalizando el año se han producido dos hechos importantes para la contabilidad en las finanzas mundiales: La solicitud de China al FMI de que el Yuan o Renminbi, la moneda china, sea aceptada como divisa en la canasta de monedas con Derechos Especiales de Giro ha sido aprobada y tendrá vigencia a partir de octubre del 2016; y por otro lado con la moneda norteamericana la Reserva Federal, el banco central norteamericano, ha tenido que dejar la manipulación de las bajas tasas de interés e inmensa emisión inorgánica de billetes y “normalizar” su política monetaria con un alza de intereses.
La economía del imperialismo norteamericano ha basado su dominio en el poder político y militar y la especulación financiera forzando a los países a la supeditación política y sometimiento económico. El sistema imperialista ha llegado a dominar la economía mundial creando mecanismos para controlar los precios de las materias primas y la cotización de las monedas de todos los países de su órbita. La última forma de la manipulación financiera mundial ha sido la llamada "flexibilización cuantitativa" que no es otra cosa que una emisión descomunal de billetes sin ningún respaldo productivo tangible. El "respaldo" que dá vigencia al dolar son papeles -Títulos, bonos, hipòtecas, pagarés, deudas en general- sin ningún valor real, "producción a futuro" que se convierte en esos "valores" ficticios para todas las materias primas incluyendo los metales preciosos "a futuro". Esa especulación con esos papeles es la que crea las burbulas financieras que revientan periodicamente; ahora la burbuja se está creando en el propio dolar.
La economía china se basa en la producción real y acumulación tangible de capitales y materias primas que se manifiestan en la solidez de su moneda el Yuan -China en los últimos años es el primer productor e importador de muchas materias primas y de oro en el mundo-, que con el logro obtenido ante el FMI y los bancos con capital chino iniciando su funcionamiento se perfila como un salvavidas en la economía mundial para los países en camino a la independencia económica y financiera.
Los artículos del experto Guillermo Barba publicados en forbes que a continuación reproducimos explican la cambiante situación actual financiera internacional y el papel de China y del oro en este cambio:
"China, nueva máxima potencia del siglo XXI, será el nuevo protagonista que establecerá las reglas del juego económico y del comercio universal, de la mano del oro."
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2016: ¿Qué le espera al oro y la plata?
DICIEMBRE 2015.
Guillermo Barba
El dólar algún día dejará de ser la moneda de reserva, y también en algún momento dejará de existir. El oro incluso entonces seguirá siendo el último gigante de pie.
El oro y la plata comenzaron este año con alzas importantes de precio que a muchos atrajo. Sin embargo, desde entonces a la fecha la tendencia a la baja que ambos iniciaron en 2011, fue retomada. Hay varias razones para ello. La primera y fundamental es el interés de los poderes que quieren que el dólar continúe siendo la divisa de reserva mundial, a pesar de los desafíos futuros que enfrentará, por ejemplo, de divisas en ascenso como el yuan (renminbi o RMB) chino.
Para lo anterior, resulta indispensable para esos intereses poderosos que el “sol” del sistema monetario que es el oro, mantenga deprimidas sus cotizaciones con el ánimo de dar apariencia de fortaleza a la moneda estadounidense. Como ha afirmado el Prof. Antal Fékete –fundador de la Nueva Escuela Austríaca de Economía-, en última instancia el dólar vale porque puede (todavía) ser cambiado por oro.
Lo que el profesor ha querido decir es que, si y cuando el dólar sea repudiado –como lo han sido el 100 por ciento de las divisas fíat (de papel) que han existido en el pasado-, ese intercambio de billetes verdes, en el mejor de los casos, será a “precios” que hoy nos parecerían ridículos. No por nada el experto analista internacional Jim Rickards, estimó este año en exclusiva para este blog que “el verdadero precio del oro está entre 10 mil y 50 mil dólares”.
Pero en el peor de los escenarios, que es posible y muy probable, ante un colapso del sistema monetario global el dólar perdería su valor y cesaría la posibilidad alguna de cambio de dólares por oro. En ese escenario catastrófico, la gente hará a un lado la negociación en divisa para pasar al intercambio de mercancías y servicios por determinada masa de oro (gramos, miligramos, onzas, etc.). Es decir, en los hechos, se habrá vuelto al trueque.
La razón de lo anterior es que a diferencia del “dinero” de papel, el dinero real es un activo tangible. El oro y en segundo lugar la plata, representan en este sentido las dos “materias primas” (commodities) más demandas por el público en el mercado. Esto queda evidenciado cuando se revisa que ambas son, de modo respectivo, las commodities con la mayor y segunda mayor ratio de existencias/flujo. En otras palabras, los inventarios de ambas con respecto a su producción anual son los más elevados en proporción con respecto a todas las demás materias primas.
Esto se debe a su elevado valor. Dicho valor proviene –como ha explicado Carl Menger, fundador de la Escuela Austríaca de Economía en “El Dinero” y “Sobre el origen del dinero”- de una demanda permanentemente insatisfecha por parte del público, que lo quiere. Hay quien confunde esto con que lo que da valor al oro es su escasez. No es la escasez per se, sino el apetito, la demanda perenne de la gente sobre un activo que no se puede multiplicar sin límites.
Las personas en todo momento quieren más y más oro, no menos. Su valoración de la última unidad de oro que recibe es casi tan elevada como la primera. De ahí que el Prof. Fékete afirme que para fines prácticos la utilidad marginal del oro sea constante. Gracias a ello, el oro y la plata fueron encumbrados por el libre actuar de las personas en el mercado como el dinero por excelencia.
La demanda siempre insatisfecha, pues, es la que encumbra al oro como el “sol” del universo monetario –como bien le ha llamado Hugo Salinas Price-, y es la responsable de que casi todo el que se produce en las minas sea acumulado –no consumido-, ya sea en forma de joyas, monedas, barras o lingotes.
La función del oro es la de ser DINERO. Nada más, pero nada menos.
Así que a lo que nos referimos con normalidad como el “precio” del oro, es en realidad otra expresión del verdadero precio del dólar, que se mide en miligramos de oro.
Aquí expusimos este año cómo la tendencia del precio del dólar medido en oro es abrumadoramente a la baja, lo que refleja primero su pérdida de valor de largo plazo, y segundo, su inevitable rumbo hacia el “cambio cero” de dólares por oro. El “valor” del dólar, al final del camino, será exhibido igual que el de todas las divisas que yacen en el cementerio de la historia: cero.
El dólar algún día dejará de ser la moneda de reserva, y también en algún momento dejará de existir. El oro incluso entonces seguirá siendo el último gigante de pie.
Para desgracia de los intereses que quisieran desaparecer al oro y la plata del universo monetario, o en su defecto hacer que la gente los echara a la basura, la depresión de sus precios tiene límites. A los niveles actuales –como hemos dado seguimiento permanente aquí en 2015-, sigue habiendo “escasez” de ambos metales en el mercado de futuros (backwardation). Esta anomalía se dispara a niveles históricos entre más caen los precios, lo que cada vez hace más difícil que sus tenedores regresen a ofrecerlos. Perciben que sus activos valen más que lo que se ofrece por ellos en fíat.
Es esta reticencia a atraer oro y plata la que está por establecer los pisos en sus “precios” en dólares, sin dejar de lado que en el escenario planteado de posible caos monetario, incluso a cotizaciones superiores será cada día más difícil que el público acceda a vender sus lingotes en el mercado.
Sobre la segunda razón fundamental para la caída de precios del oro y la plata y las expectativas para 2016, abundaremos en la siguiente entrega. No se la pierda.
Contacto:
Correo: inteligenciafinancieraglobal@gmail.com
El dólar algún día dejará de ser la moneda de reserva, y también en algún momento dejará de existir. El oro incluso entonces seguirá siendo el último gigante de pie.
El oro y la plata comenzaron este año con alzas importantes de precio que a muchos atrajo. Sin embargo, desde entonces a la fecha la tendencia a la baja que ambos iniciaron en 2011, fue retomada. Hay varias razones para ello. La primera y fundamental es el interés de los poderes que quieren que el dólar continúe siendo la divisa de reserva mundial, a pesar de los desafíos futuros que enfrentará, por ejemplo, de divisas en ascenso como el yuan (renminbi o RMB) chino.
Para lo anterior, resulta indispensable para esos intereses poderosos que el “sol” del sistema monetario que es el oro, mantenga deprimidas sus cotizaciones con el ánimo de dar apariencia de fortaleza a la moneda estadounidense. Como ha afirmado el Prof. Antal Fékete –fundador de la Nueva Escuela Austríaca de Economía-, en última instancia el dólar vale porque puede (todavía) ser cambiado por oro.
Lo que el profesor ha querido decir es que, si y cuando el dólar sea repudiado –como lo han sido el 100 por ciento de las divisas fíat (de papel) que han existido en el pasado-, ese intercambio de billetes verdes, en el mejor de los casos, será a “precios” que hoy nos parecerían ridículos. No por nada el experto analista internacional Jim Rickards, estimó este año en exclusiva para este blog que “el verdadero precio del oro está entre 10 mil y 50 mil dólares”.
Pero en el peor de los escenarios, que es posible y muy probable, ante un colapso del sistema monetario global el dólar perdería su valor y cesaría la posibilidad alguna de cambio de dólares por oro. En ese escenario catastrófico, la gente hará a un lado la negociación en divisa para pasar al intercambio de mercancías y servicios por determinada masa de oro (gramos, miligramos, onzas, etc.). Es decir, en los hechos, se habrá vuelto al trueque.
La razón de lo anterior es que a diferencia del “dinero” de papel, el dinero real es un activo tangible. El oro y en segundo lugar la plata, representan en este sentido las dos “materias primas” (commodities) más demandas por el público en el mercado. Esto queda evidenciado cuando se revisa que ambas son, de modo respectivo, las commodities con la mayor y segunda mayor ratio de existencias/flujo. En otras palabras, los inventarios de ambas con respecto a su producción anual son los más elevados en proporción con respecto a todas las demás materias primas.
Esto se debe a su elevado valor. Dicho valor proviene –como ha explicado Carl Menger, fundador de la Escuela Austríaca de Economía en “El Dinero” y “Sobre el origen del dinero”- de una demanda permanentemente insatisfecha por parte del público, que lo quiere. Hay quien confunde esto con que lo que da valor al oro es su escasez. No es la escasez per se, sino el apetito, la demanda perenne de la gente sobre un activo que no se puede multiplicar sin límites.
Las personas en todo momento quieren más y más oro, no menos. Su valoración de la última unidad de oro que recibe es casi tan elevada como la primera. De ahí que el Prof. Fékete afirme que para fines prácticos la utilidad marginal del oro sea constante. Gracias a ello, el oro y la plata fueron encumbrados por el libre actuar de las personas en el mercado como el dinero por excelencia.
La demanda siempre insatisfecha, pues, es la que encumbra al oro como el “sol” del universo monetario –como bien le ha llamado Hugo Salinas Price-, y es la responsable de que casi todo el que se produce en las minas sea acumulado –no consumido-, ya sea en forma de joyas, monedas, barras o lingotes.
La función del oro es la de ser DINERO. Nada más, pero nada menos.
Así que a lo que nos referimos con normalidad como el “precio” del oro, es en realidad otra expresión del verdadero precio del dólar, que se mide en miligramos de oro.
Aquí expusimos este año cómo la tendencia del precio del dólar medido en oro es abrumadoramente a la baja, lo que refleja primero su pérdida de valor de largo plazo, y segundo, su inevitable rumbo hacia el “cambio cero” de dólares por oro. El “valor” del dólar, al final del camino, será exhibido igual que el de todas las divisas que yacen en el cementerio de la historia: cero.
El dólar algún día dejará de ser la moneda de reserva, y también en algún momento dejará de existir. El oro incluso entonces seguirá siendo el último gigante de pie.
Para desgracia de los intereses que quisieran desaparecer al oro y la plata del universo monetario, o en su defecto hacer que la gente los echara a la basura, la depresión de sus precios tiene límites. A los niveles actuales –como hemos dado seguimiento permanente aquí en 2015-, sigue habiendo “escasez” de ambos metales en el mercado de futuros (backwardation). Esta anomalía se dispara a niveles históricos entre más caen los precios, lo que cada vez hace más difícil que sus tenedores regresen a ofrecerlos. Perciben que sus activos valen más que lo que se ofrece por ellos en fíat.
Es esta reticencia a atraer oro y plata la que está por establecer los pisos en sus “precios” en dólares, sin dejar de lado que en el escenario planteado de posible caos monetario, incluso a cotizaciones superiores será cada día más difícil que el público acceda a vender sus lingotes en el mercado.
Sobre la segunda razón fundamental para la caída de precios del oro y la plata y las expectativas para 2016, abundaremos en la siguiente entrega. No se la pierda.
Contacto:
Correo: inteligenciafinancieraglobal@gmail.com
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2016: Última llamada para subirse al tren del oro
Dar apariencia de que el dólar es mejor que el oro es crucial para los poderes que quieren que esa sea la divisa de reserva global por siempre, lo que en los hechos les da el poder de crear todo el dinero que quieran de la nada.
Esta es la segunda y última entrega de esta serie sobre lo que podemos esperar en el mercado del oro y la plata, el dinero real, y que es síntoma de la enfermedad económica que padece el mundo entero. Para la primera parte ver “2016: ¿Qué le espera al oro y la plata?”.
En el artículo aludido dijimos que desde 2011 la dupla de metales preciosos monetarios ha sufrido una corrección (baja) mayor que fue retomada luego de un rebote que elevó los precios a principios del año pasado.
Expusimos que dos son las causas fundamentales de su desplome de precios. La primera y más importante es la manipulación del mercado. Se deprimen las cotizaciones de forma encubierta por medio de ventas masivas de “oro” de papel (derivados) en horas del mercado donde hay bajo volumen de operaciones. Los precios terminan por no reflejar la altísima demanda de metal físico que se observa. Esto es fácilmente comprobable en las estadísticas de demanda física y en la“backwardation” (inversión de la curva de futuros que ocurre cuando el precio spot es más alto que el del contrato activo) que sigue presentando el mercado.
Dar apariencia de que el dólar es mejor que el oro es crucial para los poderes que quieren que esa sea la divisa de reserva global por siempre, lo que en los hechos les da el poder de crear todo el dinero que quieran de la nada.
Esos mismos poderes son aquellos que, a través de los medios occidentales que controlan, no dejan de minimizar los avances de China, como el de haber logrado insertar su divisa en la canasta de monedas de los Derechos Especiales de Giro del FMI. Este cambio, por cierto, entrará en vigor también en 2016.
Tampoco se dice casi nada acerca de la acumulación descomunal de oro que los chinos están llevando a cabo desde el inicio de la crisis de 2008-2009. La suerte del dólar ya está echada, pues la regla dorada es invulnerable: quien tiene el oro pone las reglas. La enorme transferencia de riqueza y poder hacia Oriente que ocurre ante nuestros ojos es tal, que sólo los desinformados no la ven.
Dicho lo anterior, es momento de dar paso a la segunda razón fundamental para la caída de precios del oro y la plata –que se deriva de la primera-: la manipulación a la baja de las tasas de interés y las rondas de “flexibilización cuantitativa” (QE, por su abreviatura en inglés) de la Reserva Federal (Fed) estadounidense.
Y es que contrario a lo que analistas basados en teorías erróneas –monetaristas y keynesianos- esperaban, los estímulos monetarios NO crearon la inflación que tanto querían. Cuando esto fue evidente hacia 2011, las materias primas en general comenzaron a colapsar.
Como de forma correcta lo explicó la Nueva Escuela Austríaca de Economía –fundada por el Prof. Antal Fékete-, las operaciones de mercado abierto de la Fed sólo terminaron por alentar la especulación en el mercado de bonos, una estructura descendente de la tasa de interés y la inflación en activos. El resultado de aniquilar el ahorro y de inflar burbujas en mercados alrededor del mundo –desde divisas, bienes raíces, bonos “basura”, etc.- no ha sido otro que el de la erosión del capital y la acumulación exponencial de deuda. Esta mortífera combinación predispone una “Gran Deflación” -como la ha llamado Fékete- que tendrá consecuencias devastadoras para toda la humanidad.
¿Quién quiere arriesgar su dinero en el especulativo mercado de materias primas, cuando se pueden tener “ganancias sin riesgo” en mercados que se inflan de manera intencional y artificial?
La salida de capitales del mercado de materias primas ha agravado –y lo seguirá haciendo-, el desplome de precios.
Lo que muchos no saben es que si el oro es necesario en inflación, es indispensable en deflación. Ello porque la destrucción de “riqueza” asentada en las hojas de balance de los bancos conduce a un interminable efecto dominó de impagos y quiebras. El rey de los metales y la plata físicos, en cambio, permanecen incólumes. Para desgracia de sus detractores, no pueden desaparecerlos de un plumazo.
En este contexto, ya que por el momento hay una incipiente “normalización” de la política monetaria de la Fed –con el alza de 0.25% de sus tasas de interés ocurrida la semana pasada- mientras la economía mundial se desacelera y bancos centrales como el Europeo y el Chino continuarán sus estímulos, las burbujas seguirán reventando.Asimismo, otros bancos centrales como el propio Banxico continuarán liquidando reservas para tratar de apuntalar sus debilitadas divisas.
De este modo, lo que antes infló la Fed –con sus bajas tasas e inyección de liquidez- ahora se le revierte con el efecto contrario al deseado: fortalecimiento del dólar. El “tsunami” de liquidez que primero salió cortesía de la Fed, ahora vuelve a casa. Es por eso que la divisa estadounidense podría inflarse en burbuja en el futuro próximo. El proceso se acelerará una vez que llegue la siguiente inevitable recesión.
Ante este escenario, aunque habrá rebotes que servirán para que los especuladores profesionales saquen provecho, en el fondo se “cocina” una histórica oportunidad de compra para el oro y la plata. Si el dólar sube, el oro, la plata, etc. seguirán en números rojos, pero como explicamos en el artículo anterior, es el agotamiento de existencias de metal precioso físico –manifestada en la “backwardation” del mercado-, la que marcará el toque de fondo. El oro disponible se “acaba”.
2016 entonces, podría ser la última gran oportunidad de subirse al “tren” del oro y la plata.
Todas las burbujas revientan, sin excepción. La del dólar será la madre de todas las burbujas y, cuando estalle, el mundo habrá cambiado para siempre. Será el oro el que por las imbatibles fuerzas del mercado, vuelva a ser centro del sistema monetario global.
China, nueva máxima potencia del siglo XXI, será el nuevo protagonista que establecerá las reglas del juego económico y del comercio universal, de la mano del oro. Más vale estar en el mismo tren.
Contacto:
Correo: inteligenciafinancieraglobal@gmail.com
Guillermo Barba Economista de la Escuela Austríaca y periodista mexicano, autor del blog Inteligencia Financiera Global. Experto en mercados de oro y plata y comentarista de TV en Proyecto 40
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Obrero en Línea.
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