Derrota yanqui en Siria acelera constitución de organismo
operativo contra el terrorismo en la región.
(27 Marzo 2016)
La derrota de EE.UU. en Siria con la firma y ejecución por el CSNU del acuerdo de la cesación de hostilidades y alto al fuego, auspiciada por ellos -obligados para salvar la cara y sus "activos" de terror- y la Federación Rusa ha evidenciado la orfandad política norteamericana que obliga a los yanquis a abandonar la financiación y apoyo logístico y militar abiertos a las bandas terroristas que organizaron ellos mismos para subvertir a los países independientes de su yugo.
Pero el caso de Siria es sólo uno de los muchos en que los yanquis han estado abocados como cabecillas declarados o entre bastidores para destruir países independientes. Estos otros, como son los más graves: de Libia y los países del Magrev árabe y sus secuelas en el norte de Africa; Afganistán y la región de Asia central; Yemen y la península arábiga; Niger y Africa central; Sudán y su división; sin olvidar lo que quedó en Yugoslavia y los balcanes; y el caso iraquí más cercano a Siria; están allí presentes y son la evidencia del peligro que representa el "hegemonismo" terrorista norteamericano para el mundo. Tampoco podemos dejar de ver la imposición de esta política intervencionista en regiones como del Sudeste asiático -p.ej. en Malasia- y Latinoamérica -p.ej.: Venezuela, Ecuador, Argentina, Brasil, Bolivia- con sus "revoluciones de colores" y subversión mediática que en fin de cuentas desembocan en la activación de acciones de bandas terroristas en la confusión para la toma ilegal del poder por grupos mercenarios proyanquis en esos países, como ya ocurrió en el Perú en el 2000 contra Fujimori.
Toda esta política terrorista mundial que vemos del imperialismo norteamericano tiene como objetivos centrales o finales a Rusia y China -como enemigos principales de la polìtica hegemonista yanqui- a quienes también ha atacado directamente. Abiertamente a Rusia con la subversión en los balcanes; con el avance de la OTAN en los países del ex bloque soviético; subversión en los países de la ex Unión Soviética y de la propia Federación Rusa. Y subrepticiamente a China con la promoción, subvención y defensa mediática de grupos terroristas internos en Xingjian y la "revolución de los paraguas" de Hong Kong.
Por tanto, esta situación nueva públicamente reconocida -la derrota yanqui en Siria- marca un viraje en la dirección de la lucha de clases internacional -cuasi guerra mundial- que es el paso de la ofensiva militar, política y diplomática a manos de Rusia y China para detener las acciones terroristas subversivas, y eliminar las bandas terroristas que actúan en todas las regiones y países afectados, adelantándose a esa actuación en su propio territorio como son los planes desestabilizadores a nivel mundial de los imperialistas.
Así vemos, por el siguiente informe publicado en globalresearch, que la República Popular China está avanzando en sus proyectos de organización regional para el desarrollo de los frentes antiterroristas con sus países vecinos, en este caso con los países de Asia Central:
El soporte de este proyecto en primera instancia es China como promotor y orientador del mismo en torno al gran proyecto de "un cinturon y una ruta" pero en última instancia el mismo cae naturalmente en el ambito de seguridad de la Organización de Cooperación de Shanghai (OCS), ni más ni menos que el formato de la Célula de Bagdad liderada por Rusia.
(27 Marzo 2016)
La derrota de EE.UU. en Siria con la firma y ejecución por el CSNU del acuerdo de la cesación de hostilidades y alto al fuego, auspiciada por ellos -obligados para salvar la cara y sus "activos" de terror- y la Federación Rusa ha evidenciado la orfandad política norteamericana que obliga a los yanquis a abandonar la financiación y apoyo logístico y militar abiertos a las bandas terroristas que organizaron ellos mismos para subvertir a los países independientes de su yugo.
Pero el caso de Siria es sólo uno de los muchos en que los yanquis han estado abocados como cabecillas declarados o entre bastidores para destruir países independientes. Estos otros, como son los más graves: de Libia y los países del Magrev árabe y sus secuelas en el norte de Africa; Afganistán y la región de Asia central; Yemen y la península arábiga; Niger y Africa central; Sudán y su división; sin olvidar lo que quedó en Yugoslavia y los balcanes; y el caso iraquí más cercano a Siria; están allí presentes y son la evidencia del peligro que representa el "hegemonismo" terrorista norteamericano para el mundo. Tampoco podemos dejar de ver la imposición de esta política intervencionista en regiones como del Sudeste asiático -p.ej. en Malasia- y Latinoamérica -p.ej.: Venezuela, Ecuador, Argentina, Brasil, Bolivia- con sus "revoluciones de colores" y subversión mediática que en fin de cuentas desembocan en la activación de acciones de bandas terroristas en la confusión para la toma ilegal del poder por grupos mercenarios proyanquis en esos países, como ya ocurrió en el Perú en el 2000 contra Fujimori.
Toda esta política terrorista mundial que vemos del imperialismo norteamericano tiene como objetivos centrales o finales a Rusia y China -como enemigos principales de la polìtica hegemonista yanqui- a quienes también ha atacado directamente. Abiertamente a Rusia con la subversión en los balcanes; con el avance de la OTAN en los países del ex bloque soviético; subversión en los países de la ex Unión Soviética y de la propia Federación Rusa. Y subrepticiamente a China con la promoción, subvención y defensa mediática de grupos terroristas internos en Xingjian y la "revolución de los paraguas" de Hong Kong.
Por tanto, esta situación nueva públicamente reconocida -la derrota yanqui en Siria- marca un viraje en la dirección de la lucha de clases internacional -cuasi guerra mundial- que es el paso de la ofensiva militar, política y diplomática a manos de Rusia y China para detener las acciones terroristas subversivas, y eliminar las bandas terroristas que actúan en todas las regiones y países afectados, adelantándose a esa actuación en su propio territorio como son los planes desestabilizadores a nivel mundial de los imperialistas.
Así vemos, por el siguiente informe publicado en globalresearch, que la República Popular China está avanzando en sus proyectos de organización regional para el desarrollo de los frentes antiterroristas con sus países vecinos, en este caso con los países de Asia Central:
"El proyecto de lucha contra el terrorismo de China está destinado a hacer frente a la amenaza creciente de la militancia en la región. No hay detalles del mecanismo propuesto de la estructura, el alcance o la financiación. No obstante, Afganistán ya ha manifestado su apoyo a la idea. Otros países de la región también han mostrado un gran interés en la estabilización de Afganistán para impedir que los grupos terroristas y refugiados fluyan a través de sus fronteras." (Global Research: "China amplía su alcance de ... ". South Front - 22 de marzo del 2016)La finalidad inmediata de este proyecto será constituir un organismo operativo -primeramente en la coordinación de la inteligencia de los países concurrentes- de lucha contra el terrorismo similar a la Célula de Bagdad que se constituyó en Oriente Medio y es actualmente el organo directriz en la guerra antimperialista y antiterrorista regional.
El soporte de este proyecto en primera instancia es China como promotor y orientador del mismo en torno al gran proyecto de "un cinturon y una ruta" pero en última instancia el mismo cae naturalmente en el ambito de seguridad de la Organización de Cooperación de Shanghai (OCS), ni más ni menos que el formato de la Célula de Bagdad liderada por Rusia.
Aqui el informe.
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globalresearch
China amplía su alcance de Seguridad en Asia Central. Contraterrorismo e Iniciativa de "Una correa, un camino" de Beijing
Por South Front
Global Research, 22 de marzo del 2016
South Front 22 de marzo del 2016
Video and transcript
China está tomando medidas para proteger sus intereses económicos y la influencia política en la región de Asia Central. En Marzo.01, Beijing propuso un mecanismo conjunto de lucha contra el terrorismo con Afganistán, Pakistán y Tayikistán como un proyecto para reforzar la seguridad regional.
Esta iniciativa es clara señal de que China está tratando de involucrarse más en los problemas de seguridad más allá de sus fronteras. En términos amplios, ésto también impulsará la influencia política de China en la región.
Los intereses económicos de China en la región se están extendiendo a través de la región en gran parte debido a su iniciativa de "Una Correa, Un Camino". El objetivo de la iniciativa es desarrollar líneas y enlaces de tránsito en Asia Central y del Sudeste, Oriente Medio y Europa. Sin embargo, muchos de esos intereses fácilmente podrían verse afectados por las amenazas locales, especialmente en Asia central y del sur.
(Ver video)
https://southfront.org/foreign-policy-diary-china-expands-security-reach-in-central-asia/
Los grupos militantes en Afganistán y Pakistán han incrementado sus operaciones de expanción en toda la región que está sufriendo de inestabilidad alimentada por los problemas sociales y la corrupción de los gobiernos locales.
El proyecto de lucha contra el terrorismo de China está destinada a hacer frente a la amenaza creciente de la militancia en la región. No hay detalles del mecanismo propuesto de la estructura, el alcance o la financiación. No obstante, Afganistán ya ha manifestado su apoyo a la idea. Otros países de la región también han mostrado un gran interés en la estabilización de Afganistán para impedir que los grupos terroristas y refugiados fluyan a través de sus fronteras. Es probable que los miembros potenciales de la iniciativa quieren asegurarse que el paquete de $ 45 mil millónes de inversión de China para proyectos de infraestructura, energía y transporte llamado "Corredor Económico de China-Pakistán" sea realizado. En comparación con otras actividades de China en la región, el nuevo proyecto de lucha contra el terrorismo crea un marco multilateral de seguridad liderado por China. Teniendo en cuenta que el mecanismo no caería bajo la autoridad de la Organización de Cooperación de Shanghai, se podría concluir que China está dispuesta a aumentar las posibilidades con el fin de aumentar su expansión en la región.
Sin embargo, proponiendo un mecanismo de lucha contra el terrorismo no es lo mismo que el establecimiento de uno. Sería un error esperar que el proyecto se convertiera en un éxito rápidamente.
Según los expertos, es más probable que los primeros pasos sean el intercambio de inteligencia y el aumento de las capacidades de lucha contra el terrorismo transfronterizo que mejorarán la coordinación de las operaciones antiterroristas llevadas a cabo en las zonas fronterizas.
Por otra parte, las potencias mundiales involucradas en la región, especialmente los EE.UU., tendrían sentimientos encontrados acerca de los planes de China.
Los EE.UU. ya han ampliando su presencia en Asia Central utilizando la crisis afgana para involucrar a más países de Asia Central en su propia esfera de influencia. Mientras tanto, los EE.UU. están desarrollando alianzas con el fin de contrarrestar a China en la región de Asia y del Pacífico, con especial atención a Mar del Sur de China. Por lo tanto, la propuesta en sí marca un cambio importante en el papel de Pekín en este enfrentamiento geopolítico. China ha dado una clara señal de que está lista para defender su influencia exterior.
Las diferentes iniciativas de seguridad y militares podrían convertirse en una parte común de su proyecto "Una correa, una ruta".
Los grupos militantes en Afganistán y Pakistán han incrementado sus operaciones de expanción en toda la región que está sufriendo de inestabilidad alimentada por los problemas sociales y la corrupción de los gobiernos locales.
El proyecto de lucha contra el terrorismo de China está destinada a hacer frente a la amenaza creciente de la militancia en la región. No hay detalles del mecanismo propuesto de la estructura, el alcance o la financiación. No obstante, Afganistán ya ha manifestado su apoyo a la idea. Otros países de la región también han mostrado un gran interés en la estabilización de Afganistán para impedir que los grupos terroristas y refugiados fluyan a través de sus fronteras. Es probable que los miembros potenciales de la iniciativa quieren asegurarse que el paquete de $ 45 mil millónes de inversión de China para proyectos de infraestructura, energía y transporte llamado "Corredor Económico de China-Pakistán" sea realizado. En comparación con otras actividades de China en la región, el nuevo proyecto de lucha contra el terrorismo crea un marco multilateral de seguridad liderado por China. Teniendo en cuenta que el mecanismo no caería bajo la autoridad de la Organización de Cooperación de Shanghai, se podría concluir que China está dispuesta a aumentar las posibilidades con el fin de aumentar su expansión en la región.
Sin embargo, proponiendo un mecanismo de lucha contra el terrorismo no es lo mismo que el establecimiento de uno. Sería un error esperar que el proyecto se convertiera en un éxito rápidamente.
Según los expertos, es más probable que los primeros pasos sean el intercambio de inteligencia y el aumento de las capacidades de lucha contra el terrorismo transfronterizo que mejorarán la coordinación de las operaciones antiterroristas llevadas a cabo en las zonas fronterizas.
Por otra parte, las potencias mundiales involucradas en la región, especialmente los EE.UU., tendrían sentimientos encontrados acerca de los planes de China.
Los EE.UU. ya han ampliando su presencia en Asia Central utilizando la crisis afgana para involucrar a más países de Asia Central en su propia esfera de influencia. Mientras tanto, los EE.UU. están desarrollando alianzas con el fin de contrarrestar a China en la región de Asia y del Pacífico, con especial atención a Mar del Sur de China. Por lo tanto, la propuesta en sí marca un cambio importante en el papel de Pekín en este enfrentamiento geopolítico. China ha dado una clara señal de que está lista para defender su influencia exterior.
Las diferentes iniciativas de seguridad y militares podrían convertirse en una parte común de su proyecto "Una correa, una ruta".
The original source of this article is South Front
Copyright © South Front, South Front, 2016
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