Tercera guerra mundial en manos de Obama.- Europa contra la guerra.
(09 Diciembre 2014)
(09 Diciembre 2014)
Habiendo pasado la primera guerra mundial y fracasada la intervención extranjera de las potencias imperialistas a la Rusia revolucionaria, Lenin, en su obra "El imperialismo, fase superior del capitalismo" describiendo las características agresivas del imperialismo, afirma que la guerra - y se refiere a la guerra mundial- es el medio para solucionar sus propias contradicciones y que se pueden dar dos situaciones: o la guerra acelera la revolución o la revolución impide la guerra.
Despues vino la ofensiva fascista en los países capitalistas contra sus propias clases trabajadoras y la segunda guerra mundial con las agresiones de los países fascistas en todo el mundo y no hubo quien los detuviera hasta la controfensiva revolucionaria del pueblo soviético que señala el punto de virage en Stalingrado.
La derrota del fascismo mundial y el ejemplo de la Unión soviética socialista quedaron como un baluarte y fuerza para el desarrollo de la revolución en los pueblos del mundo, pero la traición de los jruschovistas en el país socialista cambió la corelación de fuerzas en el plano mundial, desviando los recursos y potencialidades del estado soviético, ejemplo de desarrollo económico y social, a la pelea por la hegemonía mundial en competencia contrarrevolucionaria con el imperialismo norteamericano amenazando al mundo con la tercera guerra mundial.
A fines de los sesenta la revolución vietnamita y las protestas del pueblo norteamericano derrotaron al imperialismo que tuvo que abandonar sus planes de guerra y salir con el rabo entre las piernas de la península indochina.
El socialimperialismo soviético, enzarsado en sus irresolubles contradicciones a inicios de los noventa implosionó ante la alegría de los pueblos del mundo, un sentimiento encontrado del pueblo ruso y la mirada ávida de su contrincante norteamericano. Éste, a partir de ese momento única superpotencia, desató desesperadamente toda su ambición sin obstáculos para apoderarse de los desechos que quedaron. Los estados de lo que fué el Pacto de Varsovia fueron absorvidos por la OTAN y los nuevos países ex-URSS en su mayoría fueron enredados en sus relaciones de dependencia sino han sido también absorvidos.
Después de la intervención norteamericana en Ucrania sólo quedan Rusia y en asociación Bielorusia y Kasajstan defendiendo su independencia. El cerco bélico de la alianza atlántica contra Rusia heredera de la URSS está desplegado y los medios del mundo dominado por los norteamericanos han declarado a Rusia como "agresiva". Todo está preparado en los planes del imperialismo norteamericano. Sólo falta la formalidad de la declaración oficial.
Despues vino la ofensiva fascista en los países capitalistas contra sus propias clases trabajadoras y la segunda guerra mundial con las agresiones de los países fascistas en todo el mundo y no hubo quien los detuviera hasta la controfensiva revolucionaria del pueblo soviético que señala el punto de virage en Stalingrado.
La derrota del fascismo mundial y el ejemplo de la Unión soviética socialista quedaron como un baluarte y fuerza para el desarrollo de la revolución en los pueblos del mundo, pero la traición de los jruschovistas en el país socialista cambió la corelación de fuerzas en el plano mundial, desviando los recursos y potencialidades del estado soviético, ejemplo de desarrollo económico y social, a la pelea por la hegemonía mundial en competencia contrarrevolucionaria con el imperialismo norteamericano amenazando al mundo con la tercera guerra mundial.
A fines de los sesenta la revolución vietnamita y las protestas del pueblo norteamericano derrotaron al imperialismo que tuvo que abandonar sus planes de guerra y salir con el rabo entre las piernas de la península indochina.
El socialimperialismo soviético, enzarsado en sus irresolubles contradicciones a inicios de los noventa implosionó ante la alegría de los pueblos del mundo, un sentimiento encontrado del pueblo ruso y la mirada ávida de su contrincante norteamericano. Éste, a partir de ese momento única superpotencia, desató desesperadamente toda su ambición sin obstáculos para apoderarse de los desechos que quedaron. Los estados de lo que fué el Pacto de Varsovia fueron absorvidos por la OTAN y los nuevos países ex-URSS en su mayoría fueron enredados en sus relaciones de dependencia sino han sido también absorvidos.
Después de la intervención norteamericana en Ucrania sólo quedan Rusia y en asociación Bielorusia y Kasajstan defendiendo su independencia. El cerco bélico de la alianza atlántica contra Rusia heredera de la URSS está desplegado y los medios del mundo dominado por los norteamericanos han declarado a Rusia como "agresiva". Todo está preparado en los planes del imperialismo norteamericano. Sólo falta la formalidad de la declaración oficial.
La cámara de representantes del Congreso norteamericano ya preparó y aprobo la declaración de guerra a Rusia que sólo tiene que recibir el visto bueno de la cámara de senadores para su entrega en la mano a Obama que le permita oficialmente hacerlo. Aquí un informe crítico de este procedimiento y documento final.
El imperialismo actúa así, negando la existencia de todo lo demás, pero los hechos son muy diferentes y contradicen sus acciones. Su intervención en el norte de África y Medio oriente con sus "revoluciones de colores" destruyendo y dejando en el desastre a países y regiones enteras para perjudicar las economías emergentes, han resultado en un rechazo generalizado de su presencia. La respuesta no solo es directa de las poblaciones afectadas por las guerras que lleva sino también por los pueblos conscientes de Europa contra la intervención norteamericana en Ucrania, contra el gobierno títere fascista que ha impuesto y en apoyo a las repúblicas populares del Donbas. Por más desinformación que imponga con sus medios en Europa hay consciencia de que la intervención es del imperialismo yanqui y los pueblos no se hacen eco de la supuesta "agresión rusa". Así vemos también que personalidades en Alemania firman un llamado de atención a los dirigentes del país a oponerse a la guerra.
Hagamos todo lo posible para que en esta nueva situación de crisis mundial, la revolución impida la guerra.
Obrero en Línea.
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