Pro-terrorismo de gobierno turco sustentado en apoyo de OTAN copia política nazi de antes de II GM.
Atentados
en París y en Bruselas tiene única hipótesis que sostiene es una operación
decidida por Turquía.
Revista norteamericana habla de posible golpe en Ancara.
Se acusa a Turquía de haber ordenado los atentados perpetrados en París y Bruselas
(02 Abril 2016)
Rusia tendió la mano a Turquía para convertirla en el paso seguro del gas para Europa ante las maniobras negativas de la UE a instancias de EE.UU. y además favorecía su ingreso a la OCS para que pudiera salir de la férula de la OTAN e ingresar con esa indepencencia que le otorgaba la organización de seguridad euroasiática en la lucha contra el terrorismo y constituirse en país clave de la política internacional. La sociedad turca vió con alegría esa posibilidad. Todo eso se vino abajo ante la imposición de la política de hegemonismo regional de su hoy presidente Erdogan para intervenir en Siria, derrocar a su gobierno legítimo y particionar el territorio sirio jugando el papel de lacayo del imperialismo norteameticano protegiendo y abasteciendo a las bandas terroristas de yihadistas y mercenarios internacionales.
A fines de setiembre del 2015 Rusia intervino en Siria apoyando a su gobierno legítimo y a su ejército y en poco más de cinco meses ha definido la victoria -conduciendo la situación a un cese de hostilidades- ad portas de éstos y demostrado en el camino el doble juego de los norteamericanos en su falso combate a los terroristas y que quien está directamente detrás de las acciones de los yihadistas es el gobierno de Erdogan, que traidoramente atacó a la aviación rusa derribando el SU-24 en Noviembre del 2015 en plena acción antiterrorista, y que protege y abastece a las bandas de mercenarios y takfiris.
Asimismo, en estos últimos meses se han sucedido una serie de acontecimientos en Medio Oriente y Europa que van siendo investigados y esclarecidos descubriéndose esa relación directa del gobierno turco con el terrorismo internacional y sus actos recientemente perpetrados. El arma principal de Erdogan es que Turquía pertenece a la OTAN y esa arma la blande ante las víctimas de su hegemonismo y de quienes como Rusia tienen el valor y la fuerza para hacerle frente.
La actual ofensiva revolucionaria de los pueblos contra el terrorismo internacional favorece el accionar diplomático, político y militar de Rusia:
"Dando muestra de su perseverancia, el oso ruso trata ahora de disociar a Turquía de la OTAN. De esta operación depende el futuro de la humanidad. Si Turquía sigue siendo miembro de la alianza atlántica, seguirá apoyando a los yihadistas, no sólo en Siria sino también en Irak, en Libia y, en definitiva, en el mundo entero." (voltairenet: "Moscú, una muralla frente a los yihadistas" Thierry Meysan. 29 Febrero 2016)
Sobre esos acontecimientos, que incluyen principalmente acciones terroristas en Europa, el análisis va indicando que el gobierno de Erdogan no sólo apoya y abastece a los terroristas takfiris y mercenarios sino que es su director tras bambalinas:
"Se desconoce, por el momento, quién ordenó los atentados perpetrados en París y en Bruselas. Aunque se han mencionado varias pistas, la única hipótesis que se sostiene es la de una operación decidida por Turquía." (voltairenet: "El móvil de los atentados de París y Bruselas" por Thierry Meyssan 28 Marzo 2016)El artículo del párrafo citado describe la hilación cronológica de los hechos estudiados.
Internamente la situación social en Turquía va caldeándose aceleradamente que ya hay una situación de guerra civil en el sureste del país lo que sumado a la guerra exterior de agresión terrorista contra Siria y el aislamiento internacional que se hace patente en el accionar de la UE, aunque cubierto con medidas de apoyo por el problema de los refugiados, hacen que la tensión política al interior del gobierno turco trascienda -como ambiente de golpe militar- y se refleje por ejemplo en periódicos del propio campo norteamericano pro-israelí y neoconservador que señalan lo siguiente:
"La publicación del artículo en el sitio web de AEI representa objetivamente primero una amenaza abierta a Erdogan, segundo un estímulo directo a los militares turcos que les gustaría deshacerse de su Presidente y, además, para vengarse de él por lo que hizo contra los kemalistas. Es muy importante como una señal y no se puede excluir que (el articulista activista neoconservador) Rubin y los embajadores emiten esta señal en común con sus amigos turcos. Pero, por supuesto, hay una cierta distancia entre el envío de señales de golpes y la puesta en escena. Sólo el tiempo nos dirá cuan largo es. ...
... , nadie familiarizado con la historia de Turquía debe excluir totalmente el escenario de un golpe. A más uso de métodos autoritarios del presidente turco, y más intolerante se muestre a sí mismo, más se ampliará la gama de fuerzas sociales que quieran deshacerse de él. Por otro lado, si él se muestra demasiado suave con los kurdos, se alejará del Ejército." (fort-russ: "Inestabilidad en Turquía y el arrinconamiento de Erdogan". 31 de marzo de 2016. Dimitris Konstantakopoulos, Katehon)Así es como Turquía, por las acciones y conducción de su presidente se está colocando como un paria internacional permitiendo y justificando manejos de las potencias -cada cual con sus razones y objetivos- que de hecho intervienen en sus asuntos internos por el peligro que conlleva esa conducción para con sus vecinos y el mundo:
"Siguen acumulándose las acusaciones contra el presidente turco Recep Tayyip Erdogan. Mientras que Rusia y Estados Unidos abastecen indirectamente con armas al PKK, se acusa a Turquía de haber ordenado los atentados perpetrados en París y Bruselas, acusación que encuentra confirmación en las recientes declaraciones del propio Erdogan y en un importante testimonio del rey Abdala de Jordania. Por otra parte, Washington acaba de abrir una investigación sobre una enorme malversación de fondos a favor del AKP." (voltairenet: "Nubes negras sobre el presidente Erdogan" por Thierry Meyssan. 01 Abril 2016)Aquí los artículos completos de los parrafos citados.
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voltairenet
ANTE NUESTRA MIRADA
Moscú, una muralla frente a los yihadistas.
RED VOLTAIRE | DAMASCO (SIRIA) | 29 DE FEBRERO DE 2016
por Thierry Meyssan
Desde 2012, Moscú viene tratando de atraer a los occidentales hacia su proyecto: la defensa de la civilización frente al yihadismo, algo similar a lo que ya sucedió en el pasado cuando el mundo se unió contra el nazismo. Para lograrlo, comenzó por disociar a la Casa Blanca de las organizaciones armadas que Rusia considera como «yihadistas» y que Estados Unidos designa como «rebeldes», y ahora se esfuerza por aislar a Turquía. Lejos de ser un epifenómeno diplomático, el cese de hostilidades en Siria constituye un cambio radical en la situación. Washington acaba de reconocer que en Siria ya no hay –o que ya no existen– grupos armados «moderados».
Manifestación ante la embajada de Rusia en Damasco.
Se equivocan quienes analizan la política rusa desde un punto de vista árabe u occidental. Rusia tiene su propia visión sobre los yihadistas, a los que conoce desde 1978, cuando estos acudieron en ayuda de los pashtunes contra el gobierno comunista de Kabul.
Vladimir Putin luchó personalmente contra los yihadistas del Cáucaso, principalmente contra el Emirato Islámico de Itchkeria, durante la segunda guerra de Chechenia (1999-2000), donde fueron vencidos. En aquella época, los árabes proclamaban su solidaridad con los musulmanes rusos y no entendían lo que sucedía en el Cáucaso, mientras que los occidentales, después de la disolución de la Unión Soviética, aplaudían a todo el que trataba de proseguir el proceso de desintegración de Rusia. En el terreno, sin embargo, no existía ninguna diferencia entre el Emirato de aquella época y el Califato actual. En Grozni, se aplicaba la sharia y se cortaban cabezas exactamente igual que en Raqqa.
https://youtu.be/DEI_tY4TQZs
Daguestán, 1999. Atrocidades de los yihadistas del Cáucaso.
Hoy en día, a pesar de la propaganda que presenta la guerra en Siria como una guerra contra el islam, o que presenta la República Árabe Siria como una «dictadura alauita» que masacra a los sunnitas, los hechos demuestran lo contrario: el Ejército Árabe Sirio que lucha contra los yihadistas se compone en un 70% de sunnitas.
En 2012, o sea casi al inicio de la guerra, en el momento en que la DIA [1] estadounidense advertía a la Casa Blanca del peligro que representaba el grupo terrorista que se convertiría en el actual Emirato Islámico [2], Vladimir Putin declaraba que el tema sirio se había convertido en una «cuestión interna rusa». Desde entonces, el presidente ruso ha venido tratando de crear una coalición internacional contra los yihadistas con los occidentales.
Rusia recuerda lo sucedido en el mundo durante los años 1930. En aquella época, el rey de Inglaterra, Eduardo VIII, era públicamente nazi. Montagu Norman, el gobernador del Banco de Inglaterra, financió el ascenso de Hitler al poder con el dinero de la Corona británica [3]. El objetivo de los británicos era respaldar un Estado capaz de acabar con la Unión Soviética que, después de sacar del poder al zar Nicolás II, amenazaba sus intereses capitalistas. Sin embargo, durante la Segunda Guerra Mundial, acabaron aliándose con Stalin y Mao en contra de Hitler.
Hoy en día, a pesar de la propaganda que presenta la guerra en Siria como una guerra contra el islam, o que presenta la República Árabe Siria como una «dictadura alauita» que masacra a los sunnitas, los hechos demuestran lo contrario: el Ejército Árabe Sirio que lucha contra los yihadistas se compone en un 70% de sunnitas.
En 2012, o sea casi al inicio de la guerra, en el momento en que la DIA [1] estadounidense advertía a la Casa Blanca del peligro que representaba el grupo terrorista que se convertiría en el actual Emirato Islámico [2], Vladimir Putin declaraba que el tema sirio se había convertido en una «cuestión interna rusa». Desde entonces, el presidente ruso ha venido tratando de crear una coalición internacional contra los yihadistas con los occidentales.
Rusia recuerda lo sucedido en el mundo durante los años 1930. En aquella época, el rey de Inglaterra, Eduardo VIII, era públicamente nazi. Montagu Norman, el gobernador del Banco de Inglaterra, financió el ascenso de Hitler al poder con el dinero de la Corona británica [3]. El objetivo de los británicos era respaldar un Estado capaz de acabar con la Unión Soviética que, después de sacar del poder al zar Nicolás II, amenazaba sus intereses capitalistas. Sin embargo, durante la Segunda Guerra Mundial, acabaron aliándose con Stalin y Mao en contra de Hitler.
https://youtu.be/ao-yxIxmE8g
En estas imágenes de archivos, recientemente sacadas a la luz por la publicación británica The Sun, el futuro rey de Inglaterra Eduardo VIII enseña el saludo nazi a la actual reina Isabel II –quien tenía entonces sólo 6 años.
En estas imágenes de archivos, recientemente sacadas a la luz por la publicación británica The Sun, el futuro rey de Inglaterra Eduardo VIII enseña el saludo nazi a la actual reina Isabel II –quien tenía entonces sólo 6 años.
Vladimir Putin espera ahora modificar las actuales alianzas, como sucedió en el periodo que va de 1936 a 1939. Es por eso que, durante los últimos años, se ha esforzado por seguir aplicando a los estadounidenses el calificativo de «socios», a pesar de que Washington no cesaba de asestarle puñaladas por la espalda, organizaba en Moscú manifestaciones contra su gobierno (2011-2012) y orquestaba un golpe de Estado en Ucrania (2013-2014).
El 10 de febrero de 2016, el embajador ruso ante la ONU, Vitaly Churkin, distribuyó a los miembros del Consejo de Seguridad un informe de la inteligencia rusa sobre las actividades de Turquía en apoyo a los yihadistas [4]. Este documento de 2 páginas presenta una serie de hechos irrefutables. Demuestra que Turquía es un Estado-renegado que viola deliberadamente, y desde hace mucho años, numerosas resoluciones de las Naciones Unidas.
Pero lo interesante es que cada uno de esos hechos remite a redes y agentes que en el pasado ya habían respaldado a los yihadistas chechenos. En aquel momento, no hubo implicación del Estado turco como tal sino del Partido del Bienestar (Refah). Hoy en día, el Refah ha dejado de existir para dejar su lugar al AKP. Como los hombres del AKP hoy están en el poder, el Estado turco está ahora implicado [5].
Dando muestra de su perseverancia, el oso ruso trata ahora de disociar a Turquía de la OTAN. De esta operación depende el futuro de la humanidad. Si Turquía sigue siendo miembro de la alianza atlántica, seguirá apoyando a los yihadistas, no sólo en Siria sino también en Irak, en Libia y, en definitiva, en el mundo entero. La otra posibilidad es que la OTAN se distancie de Turquía y, en ese caso, Estados Unidos y Rusia podrían aliarse para luchar eficazmente contra los yihadistas en cualquier rincón del mundo.
Parece que el 12 de febrero los rusos finalmente lograron disociar a la Casa Blanca de los neoconservadores y de los halcones liberales que respaldan a Turquía y a los yihadistas. Serguei Lavrov y John Kerry acordaron la creación de dos grupos de trabajo que ellos mismos copresiden, relegando así a la ONU a un papel de simple escribano [6].
En otras palabras, Jeffrey Feltman, quien desde hace 3 años utiliza sus funciones como número 2 de la ONU para sabotear todo esfuerzo de paz, ha sido relegado [7]. Resultado: en sólo 10 días Rusia y Estados Unidos lograron fijar las condiciones para un cese de hostilidades que estaba pendiente desde 2012 [8].
El 10 de febrero de 2016, el embajador ruso ante la ONU, Vitaly Churkin, distribuyó a los miembros del Consejo de Seguridad un informe de la inteligencia rusa sobre las actividades de Turquía en apoyo a los yihadistas [4]. Este documento de 2 páginas presenta una serie de hechos irrefutables. Demuestra que Turquía es un Estado-renegado que viola deliberadamente, y desde hace mucho años, numerosas resoluciones de las Naciones Unidas.
Pero lo interesante es que cada uno de esos hechos remite a redes y agentes que en el pasado ya habían respaldado a los yihadistas chechenos. En aquel momento, no hubo implicación del Estado turco como tal sino del Partido del Bienestar (Refah). Hoy en día, el Refah ha dejado de existir para dejar su lugar al AKP. Como los hombres del AKP hoy están en el poder, el Estado turco está ahora implicado [5].
Dando muestra de su perseverancia, el oso ruso trata ahora de disociar a Turquía de la OTAN. De esta operación depende el futuro de la humanidad. Si Turquía sigue siendo miembro de la alianza atlántica, seguirá apoyando a los yihadistas, no sólo en Siria sino también en Irak, en Libia y, en definitiva, en el mundo entero. La otra posibilidad es que la OTAN se distancie de Turquía y, en ese caso, Estados Unidos y Rusia podrían aliarse para luchar eficazmente contra los yihadistas en cualquier rincón del mundo.
Parece que el 12 de febrero los rusos finalmente lograron disociar a la Casa Blanca de los neoconservadores y de los halcones liberales que respaldan a Turquía y a los yihadistas. Serguei Lavrov y John Kerry acordaron la creación de dos grupos de trabajo que ellos mismos copresiden, relegando así a la ONU a un papel de simple escribano [6].
En otras palabras, Jeffrey Feltman, quien desde hace 3 años utiliza sus funciones como número 2 de la ONU para sabotear todo esfuerzo de paz, ha sido relegado [7]. Resultado: en sólo 10 días Rusia y Estados Unidos lograron fijar las condiciones para un cese de hostilidades que estaba pendiente desde 2012 [8].
https://youtu.be/s5w2wgeMHiY
El presidente ruso Vladimir Putin anunció personalmente, a través de la televisión rusa, la conclusión del acuerdo de cese temporal de hostilidades en Siria, pactado por Rusia y Estados Unidos.
Este cese de las hostilidades ha sido claramente rechazado por la «Coalición Nacional de Fuerzas de la Revolución y de la Oposición Sirias», cuyo presidente –el turco-sirio Khaled Khoja– comentó: «Es absolutamente escandaloso concluir con Rusia acuerdos bilaterales sobre el “cese de hostilidades” cuando esos acuerdos no conciernen a uno de los principales asesinos de civiles en Siria, que es la Federación Rusa. Ya es hora de que Rusia salga de Siria y ponga fin a la guerra brutal que libra contra nuestros conciudadanos» [9].
Este acuerdo es en realidad una trampa tendiente a destruir todo el sistema de los neoconservadores y de los halcones liberales estadounidenses. Durante las negociaciones de Ginebra 3, ya Rusia había puesto pacientemente en evidencia la mala fe de la «oposición» apoyada por Arabia Saudita y Turquía. Esa oposición se desacreditó a sí misma con sus incesantes cambios de postura. No era ni siquiera cuestión de poner en duda su representatividad sino solamente de demostrar que su objetivo no es mejorar las condiciones de vida de la población siria sino únicamente derrocar a cualquier precio la República Árabe Siria. Prueba de ello es la citada declaración del señor Khoja ya que, al contrario de lo que él afirma, Rusia sí se somete al cese de hostilidades, del cual se excluyen en cambio los grupos catalogados como terroristas en la lista de la ONU.
Este cese de las hostilidades apunta a poner a los grupos armados frente a sus propias responsabilidades. Sólo tenían que inscribirse –ante Washington o Moscú– para no seguir siendo blanco de los bombardeos rusos o sirios, pero en ese caso renunciaban a derrocar la República Árabe Siria y aceptaban participar en un proceso político a favor de una Siria laica y democrática, abandonando por tanto el sueño de un Estado Islámico. Del millar de katibas existentes, sólo 97 se atrevieron a optar por un proceso que las convierte en «traidores» a la causa turca y las designa como próximas víctimas de sus ex colegas yihadistas.
En todo caso, los occidentales no podían esperar nada mejor. El 15 de diciembre de 2015, el general Didier Castres, responsable de las operaciones militares de Francia en el extranjero, aseguraba en audiencia ante el Senado que el número total de combatientes que pudieran ser considerados moderados no pasaba de 20 000 [10]. Sólo días después, en enero de 2016, un informe de la inteligencia alemana afirmaba que la proporción de sirios en el seno de los grupos armados que operan en Siria no pasa de un 5% [11].
Eso es precisamente lo que querían demostrar Kerry y Lavrov al hablar de un cese de hostilidades, en vez de un alto al fuego –ya que esta segunda expresión tiene implicaciones jurídicas que no tiene la primera.
La respuesta de John Kerry a la pregunta de un senador, durante una audiencia parlamentaria en Washington, sobre un eventual «plan B» como escapatoria, adquiere así otra dimensión. Si fracasa el cese de hostilidades, no podrá haber una partición de Siria, y será así simplemente porque el plan de cese de hostilidades habrá demostrado que la opción que se plantea no es entre Damasco y «rebeldes» sino entre Damasco y los yihadistas.
El presidente ruso Vladimir Putin anunció personalmente, a través de la televisión rusa, la conclusión del acuerdo de cese temporal de hostilidades en Siria, pactado por Rusia y Estados Unidos.
Este cese de las hostilidades ha sido claramente rechazado por la «Coalición Nacional de Fuerzas de la Revolución y de la Oposición Sirias», cuyo presidente –el turco-sirio Khaled Khoja– comentó: «Es absolutamente escandaloso concluir con Rusia acuerdos bilaterales sobre el “cese de hostilidades” cuando esos acuerdos no conciernen a uno de los principales asesinos de civiles en Siria, que es la Federación Rusa. Ya es hora de que Rusia salga de Siria y ponga fin a la guerra brutal que libra contra nuestros conciudadanos» [9].
Este acuerdo es en realidad una trampa tendiente a destruir todo el sistema de los neoconservadores y de los halcones liberales estadounidenses. Durante las negociaciones de Ginebra 3, ya Rusia había puesto pacientemente en evidencia la mala fe de la «oposición» apoyada por Arabia Saudita y Turquía. Esa oposición se desacreditó a sí misma con sus incesantes cambios de postura. No era ni siquiera cuestión de poner en duda su representatividad sino solamente de demostrar que su objetivo no es mejorar las condiciones de vida de la población siria sino únicamente derrocar a cualquier precio la República Árabe Siria. Prueba de ello es la citada declaración del señor Khoja ya que, al contrario de lo que él afirma, Rusia sí se somete al cese de hostilidades, del cual se excluyen en cambio los grupos catalogados como terroristas en la lista de la ONU.
Este cese de las hostilidades apunta a poner a los grupos armados frente a sus propias responsabilidades. Sólo tenían que inscribirse –ante Washington o Moscú– para no seguir siendo blanco de los bombardeos rusos o sirios, pero en ese caso renunciaban a derrocar la República Árabe Siria y aceptaban participar en un proceso político a favor de una Siria laica y democrática, abandonando por tanto el sueño de un Estado Islámico. Del millar de katibas existentes, sólo 97 se atrevieron a optar por un proceso que las convierte en «traidores» a la causa turca y las designa como próximas víctimas de sus ex colegas yihadistas.
En todo caso, los occidentales no podían esperar nada mejor. El 15 de diciembre de 2015, el general Didier Castres, responsable de las operaciones militares de Francia en el extranjero, aseguraba en audiencia ante el Senado que el número total de combatientes que pudieran ser considerados moderados no pasaba de 20 000 [10]. Sólo días después, en enero de 2016, un informe de la inteligencia alemana afirmaba que la proporción de sirios en el seno de los grupos armados que operan en Siria no pasa de un 5% [11].
Eso es precisamente lo que querían demostrar Kerry y Lavrov al hablar de un cese de hostilidades, en vez de un alto al fuego –ya que esta segunda expresión tiene implicaciones jurídicas que no tiene la primera.
La respuesta de John Kerry a la pregunta de un senador, durante una audiencia parlamentaria en Washington, sobre un eventual «plan B» como escapatoria, adquiere así otra dimensión. Si fracasa el cese de hostilidades, no podrá haber una partición de Siria, y será así simplemente porque el plan de cese de hostilidades habrá demostrado que la opción que se plantea no es entre Damasco y «rebeldes» sino entre Damasco y los yihadistas.
https://youtu.be/Ev6TLhu2dE8
Para la consejera del presidente Assad, el «Plan B» de John Kerry debería tener como objetivo luchar contra los yihadistas.
Siguiendo esa misma lógica, el ministro de Exteriores de Luxemburgo, Jean Asselborn, declaró al diario alemán Der Spiegel que la OTAN no se dejaría embarcar en una guerra contra Rusia provocada por Turquía [12]. El artículo 5 de la Carta de la alianza atlántica sólo estipula el respaldo a un Estado miembro directamente atacado, pero no cuando ese Estado provoca un conflicto [13]. Al día siguiente, Alemania confirmaba al Daily Mail las declaraciones de Asselborn [14].
La Casa Blanca se dispone ahora a sacrificar a Recep Tayyip Erdogan, a quien se atribuirían entonces todos los males que asolan la región. El presidente turco podría acabar asesinado –como su predecesor Turgut Ozal, en 1993– o derrocado por sus propios colaboradores. De no ser así, la guerra se desplazará e iría hacia Turquía. Vladimir Putin habrá logrado su objetivo: modificar las líneas del frente de manera que los occidentales luchen a su lado contra los yihadistas que ellos mismos crearon.
Para la consejera del presidente Assad, el «Plan B» de John Kerry debería tener como objetivo luchar contra los yihadistas.
Siguiendo esa misma lógica, el ministro de Exteriores de Luxemburgo, Jean Asselborn, declaró al diario alemán Der Spiegel que la OTAN no se dejaría embarcar en una guerra contra Rusia provocada por Turquía [12]. El artículo 5 de la Carta de la alianza atlántica sólo estipula el respaldo a un Estado miembro directamente atacado, pero no cuando ese Estado provoca un conflicto [13]. Al día siguiente, Alemania confirmaba al Daily Mail las declaraciones de Asselborn [14].
La Casa Blanca se dispone ahora a sacrificar a Recep Tayyip Erdogan, a quien se atribuirían entonces todos los males que asolan la región. El presidente turco podría acabar asesinado –como su predecesor Turgut Ozal, en 1993– o derrocado por sus propios colaboradores. De no ser así, la guerra se desplazará e iría hacia Turquía. Vladimir Putin habrá logrado su objetivo: modificar las líneas del frente de manera que los occidentales luchen a su lado contra los yihadistas que ellos mismos crearon.
Elementos fundamentales :
* Rusia no se implicó en el conflicto sirio para defender intereses económicos ni resucitar una alianza de los tiempos de la guerra fría sino para luchar contra los yihadistas.
* Al concluir el acuerdo de Munich, el secretario de Estado John Kerry aceptó relegar a Jeffrey Feltman, el líder de los neoconservadores y de los halcones liberales en la ONU, a un papel subalterno. Al proponer el cese de hostilidades, permite separar a los combatientes sirios razonables de los yihadistas.
Thierry Meyssan.
__________
[1] La DIA es la agencia de inteligencia del departamento de Defensa de Estados Unidos. Nota de la Red Voltaire.
[2] También identificado como Estado Islámico o como Daesh (su acrónimo árabe) o con siglas como EI, EIIL, ISIS o ISIL. Nota de la Red Voltaire.
[3] «Banqueros anglosajones organizaron la Segunda Guerra Mundial», por Valentin Katasonov, Strategic Culture Foundation (Rusia) , Red Voltaire, 16 de mayo de 2015.
[4] «Informe de la inteligencia rusa sobre actual apoyo de Turquía al Emirato Islámico», Red Voltaire, 18 de febrero de 2016.
[5] «Cómo apoya Turquía a los yihadistas», por Thierry Meyssan,Red Voltaire, 22 de febrero de 2016.
[6] “Statement of the International Syria Support Group”, Voltaire Network, 12 de febrero de 2016.
[7] «Alemania y la ONU contra Siria», por Thierry Meyssan, Al-Watan (Siria) ,Red Voltaire, 28 de enero de 2016.
[8] “Cessation of Hostilities in Syria”, Voltaire Network, 22 de febrero de 2016.
[9] «Lettre datée du 18 février 2016 adressée par le représentant de la Coalition nationale des forces de la révolution et de l’opposition syriennes» [En español, “Carta con fecha del 18 de febrero de 2016, del representante de la Coalición Nacional de las Fuerzas de la Revolución y la Oposición Sirias”]. Documento de la ONU S/2016/165.
[10] «Audition au Sénat du général Didier Castres sur Daesh », Réseau Voltaire, 15 de diciembre de 2015.
[11] “Asian rebels in Aleppo, Western blind spot”, Christina Lin, Asia Times, febrero de 2016.
[12] «Syrienkonflikt: Warnung aus der Nato an die Türkei», Der Spiegel, 19 de febrero de 2016.
[13] «Traité de l’Atlantique Nord», Réseau Voltaire, 4 de abril de 1949.
[14] «NATO warns Turkey it can’t count on support in a conflict with Russia as tensions escalate», Gianluca Mezzofiore, Daily Mail, 20 de febrero de 2016.
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voltairenet
ANTE NUESTRA MIRADA
El móvil de los atentados de París y Bruselas
por Thierry Meyssan
Se desconoce, por el momento, quién ordenó los atentados perpetrados en París y en Bruselas. Aunque se han mencionado varias pistas, la única hipótesis que se sostiene es la de una operación decidida por Turquía. Thierry Meyssan relata aquí el conflicto secreto que pesa sobre las relaciones entre la Unión Europea, Francia y Turquía desde hace 5 años.
RED VOLTAIRE | DAMASCO (SIRIA) | 28 DE MARZO DE 2016
En 2011, los ministros de Relaciones Exteriores de Francia, Alain Juppé, y de Turquía, Ahmet Davutoglu, acordaban en secreto la creación de un Sunnistán, que abarcaría territorios de Irak y Siria –tarea que quedaría en manos del Emirato Islámico–, y crear un seudo Kurdistán al que serían empujados los kurdos de Turquía. Aquel proyecto tenía el respaldo de Israel y el Reino Unido.
Es demasiado pronto para decir con certeza de dónde vino la orden que dio lugar a los atentados perpetrados en París, el 13 de noviembre de 2015, y en Bruselas, el 22 de marzo de 2016. Por el momento, la única explicación razonable es la que proporcionan los elementos que mencionaremos seguidamente.
* * *
Inmediatamente después de la muerte del fundador del islamismo turco, Necmettin Erbakan, y en momentos en que acaba de iniciarse la «primavera árabe», el gobierno del entonces primer ministro turco Erdogan concluye un acuerdo secreto con Francia. Según un diplomático que estudió ese documento, en él se estipulan las condiciones para la participación de Turquía en las guerras contra Libia, que acaba de empezar, y contra Siria, que será el paso siguiente. Representada por su ministro de Relaciones Exteriores, Alain Juppé, Francia se compromete fundamentalmente a resolver la «cuestión kurda» sin «afectar la integridad del territorio turco». Esta rebuscada fórmula significa que se creará en otro lugar un seudo Kurdistán para expulsar hacia él a los miembros del PKK. Hasta aquel momento, ese proyecto de limpieza étnica, que no es nuevo, sólo se había mencionado en la literatura militar israelí que describía el nuevo Estado creado en territorios pertenecientes a Siria e Irak.
El 31 de octubre de 2014, Francois Hollande acompaña a Recep Tayyip Erdogan a la entrada del Elíseo. Pero otro invitado acaba de salir discretamente por la puerta pequeña: el kurdo Salih Muslim.
El 31 de octubre de 2014, el presidente francés Francois Hollande aprovecha una visita oficial de Recep Tayyip Erdogan a París para organizar un encuentro secreto, en el palacio del Elíseo, con el copresidente de los kurdos de Siria, Salim Muslim. Traicionando a los kurdos de Turquía y a su líder histórico, Abdullah Ocalan, Salim Muslim acepta convertirse en presidente del seudo Kurdistán que debería crearse con el derrocamiento del presidente sirio democráticamente electo Bachar al-Assad.
Es el momento de la batalla de Kobane. Los kurdos de Siria defienden durante meses esa ciudad ante la embestida de las fuerzas del Emirato Islámico. La victoria de los kurdos sobre los yihadistas que atacan Kobane modifica seriamente el tablero político: para combatir seriamente a los yihadistas hay que aliarse con los kurdos. Pero los kurdos de Siria no obtuvieron la nacionalidad siria sino al inicio de la guerra, hasta entonces habían sido refugiados políticos turcos en territorio sirio, expulsados de su país durante la represión turca de los años 1980. Los Estados miembros de la OTAN consideraban entonces al PKK, principal organización de los kurdos de Turquía, como una organización terrorista. En lo adelante, los miembros de la OTAN van a establecer una diferencia entre “los malos” del PKK turco y “los buenos” del YPG sirio, a pesar de tratarse de dos organizaciones hermanas.
El 31 de octubre de 2014, el presidente francés Francois Hollande aprovecha una visita oficial de Recep Tayyip Erdogan a París para organizar un encuentro secreto, en el palacio del Elíseo, con el copresidente de los kurdos de Siria, Salim Muslim. Traicionando a los kurdos de Turquía y a su líder histórico, Abdullah Ocalan, Salim Muslim acepta convertirse en presidente del seudo Kurdistán que debería crearse con el derrocamiento del presidente sirio democráticamente electo Bachar al-Assad.
Es el momento de la batalla de Kobane. Los kurdos de Siria defienden durante meses esa ciudad ante la embestida de las fuerzas del Emirato Islámico. La victoria de los kurdos sobre los yihadistas que atacan Kobane modifica seriamente el tablero político: para combatir seriamente a los yihadistas hay que aliarse con los kurdos. Pero los kurdos de Siria no obtuvieron la nacionalidad siria sino al inicio de la guerra, hasta entonces habían sido refugiados políticos turcos en territorio sirio, expulsados de su país durante la represión turca de los años 1980. Los Estados miembros de la OTAN consideraban entonces al PKK, principal organización de los kurdos de Turquía, como una organización terrorista. En lo adelante, los miembros de la OTAN van a establecer una diferencia entre “los malos” del PKK turco y “los buenos” del YPG sirio, a pesar de tratarse de dos organizaciones hermanas.
A raíz de la batalla de Kobane, Francois Hollande cambia de bando y establece claramente su respaldo a los kurdos recibiendo en el Elíseo una delegación del YPG, el 8 de febrero de 2015.
Sorpresivamente, el 8 de febrero de 2015, Francia renuncia a su compromiso anterior. Francois Hollande recibe en el Elíseo, ahora oficialmente, a Asya Abdullah, copresidenta de los kurdos de Siria y fiel a Ocalan, y a la comandante Nesrin Abdullah, esta última en uniforme camuflaje. Salih Muslim no participa en esa reunión.
Recep Tayyip Erdogan reacciona ordenando un atentado del Emirato Islámico contra una manifestación a favor de los kurdos, atentado perpetrado en Suruc el 20 de julio de 2015. Apoderándose de la retórica antiterrorista, Erdogan declara la guerra al Emirato Islámico y a los kurdos, pero sus fuerzas armadas atacarán solamente a los kurdos. Con ello, Erdogan pone fin al alto al fuego y reinicia la guerra civil en su propio país. A falta de un seudo Kurdistán en Siria, Erdogan provoca un éxodo de kurdos hacia Europa.
El 3 de septiembre de 2015, la publicación de la fotografía de un niño kurdo ahogado marca el inicio de una gran oleada de migrantes desde Turquía… hacia la Unión Europea, principalmente hacia Alemania. Durante las primeras semanas, los dirigentes alemanes acogen con entusiasmo el flujo masivo de nuevos trabajadores, muy necesarios para la industria pesada alemana, mientras que los medios de prensa expresan compasión por los refugiados que supuestamente huyen de la dictadura siria. El 29 de septiembre, los dirigentes franceses y alemanes incluso se apropian de la empatía hacia los migrantes para estudiar la posibilidad de subvencionar la continuación de la guerra asignando 3 000 millones de euros a Turquía –donación presentada a la opinión pública como una ayuda humanitaria para los refugiados.
A finales de septiembre de 2015, Rusia inicia su operación militar contra todos los yihadistas, independientemente de la bandera que agiten. Viendo en grave peligro su proyecto, Recep Tayyip Erdogan empuja a Salih Muslim a emprender una operación de kurdización forzosa del norte de Siria. Brigadas kurdas expulsan a los profesores árabes y asirios de las escuelas y los reemplazan con maestros kurdos. Los sirios se rebelan y recurren a los rusos. Estos últimos tratan de restablecer la calma e incluso mencionan una posible federalización ulterior de Siria. Francia brilla por su ausencia.
El 13 de noviembre, exasperada por los repetidos cambios de rumbo de Francois Hollande, Turquía utiliza a la ciudadanía francesa como rehén y ordena la realización de los atentados de París, con un saldo de 130 muertos y 413 heridos.
Escribí entonces:
Pero Estados Unidos y Rusia retocan ligeramente el texto, de tal manera que Francia y el Reino Unido no pueden intervenir sin ser invitados por Siria –situación que recuerda de inmediato la fracasada operación colonial de 1956, cuando las tropas franco-británicas intentaron ocupar el Canal de Suez con apoyo de Israel y de Turquía, pero tuvieron que retirarse en cuanto Estados Unidos y la URSS fruncieron el ceño.
Durante los 5 meses y medio de intervención rusa en Siria, las relaciones entre Turquía y Rusia empeoraron constantemente. Tienen lugar el atentado contra el vuelo 9268 de Metrojet sobre el Sinaí, las acusaciones de Vladimir Putin en la cumbre del G20 realizada en Antalya, el derribo del Su-24 en el norte de Siria y las sanciones rusas contra Turquía, la publicación de las fotos aéreas de las caravanas de camiones cisterna llevando a través de Turquía el petróleo robado por el Emirato Islámico, etc. Después de sopesar la posibilidad de una guerra contra Turquía, Rusia decide finalmente mostrarse sutil y respaldar al PKK contra el régimen de Erdogan. Serguei Lavrov logra convencer a su interlocutor estadounidense de que hay que aprovechar la inevitable desestabilización en Turquía para organizar el derrocamiento del dictador Erdogan. Sabiéndose amenazado tanto por Rusia como por Estados Unidos, el régimen turco trata nuevamente de buscar aliados. El primer ministro turco, Ahmet Davutoglu, viaja el 5 de marzo a Teherán y el ministro iraní de Exteriores, Mohammad Javad Zarif, llega a Ankara el 18 de marzo. Pero la República Islámica no tiene intenciones de enemistarse con los Dos Grandes.
El 14 de marzo, Vladimir Putin anuncia la retirada de los bombarderos tácticos rusos. Parece que el proyecto de creación de un seudo Kurdistán vuelve a ser posible. Pero Washington y Moscú se adelantan a Ankara y comienzan la entrega indirecta de armamento al PKK.
Colmo de males para Ankara, ahora es la Unión Europea quien ya no quiere oír hablar de colonizar el norte de Siria. La mayoría de los Estados miembros de la UE sigue la política exterior impuesta por París desde hace 5 años, con la ya ampliamente comprobada ausencia de éxito. Como expresión de descontento, varios países, como Bélgica, han concedido asilo político a líderes kurdos de Turquía. También manifiestan su descontento durante la cumbre UE-Turquía, realizada el 17 y el 18 de marzo, donde se ven obligados a aceptar definitivamente una subvención de 3 000 millones de dólares anuales para Ankara.
Yo mismo denuncié entonces el comportamiento de las élites europeas que, cegadas por su obsesión antisiria, reproducen el error cometido en 1938. En aquella época, cegadas por su obsesión anticomunista, apoyaron al canciller Hitler cuando este anexó Austria y durante la crisis de los Sudetes (acuerdos de Munich), sin darse cuenta de que así armaban el brazo que acabaría golpeándolos [2].
Sorpresivamente, el 8 de febrero de 2015, Francia renuncia a su compromiso anterior. Francois Hollande recibe en el Elíseo, ahora oficialmente, a Asya Abdullah, copresidenta de los kurdos de Siria y fiel a Ocalan, y a la comandante Nesrin Abdullah, esta última en uniforme camuflaje. Salih Muslim no participa en esa reunión.
Recep Tayyip Erdogan reacciona ordenando un atentado del Emirato Islámico contra una manifestación a favor de los kurdos, atentado perpetrado en Suruc el 20 de julio de 2015. Apoderándose de la retórica antiterrorista, Erdogan declara la guerra al Emirato Islámico y a los kurdos, pero sus fuerzas armadas atacarán solamente a los kurdos. Con ello, Erdogan pone fin al alto al fuego y reinicia la guerra civil en su propio país. A falta de un seudo Kurdistán en Siria, Erdogan provoca un éxodo de kurdos hacia Europa.
El 3 de septiembre de 2015, la publicación de la fotografía de un niño kurdo ahogado marca el inicio de una gran oleada de migrantes desde Turquía… hacia la Unión Europea, principalmente hacia Alemania. Durante las primeras semanas, los dirigentes alemanes acogen con entusiasmo el flujo masivo de nuevos trabajadores, muy necesarios para la industria pesada alemana, mientras que los medios de prensa expresan compasión por los refugiados que supuestamente huyen de la dictadura siria. El 29 de septiembre, los dirigentes franceses y alemanes incluso se apropian de la empatía hacia los migrantes para estudiar la posibilidad de subvencionar la continuación de la guerra asignando 3 000 millones de euros a Turquía –donación presentada a la opinión pública como una ayuda humanitaria para los refugiados.
A finales de septiembre de 2015, Rusia inicia su operación militar contra todos los yihadistas, independientemente de la bandera que agiten. Viendo en grave peligro su proyecto, Recep Tayyip Erdogan empuja a Salih Muslim a emprender una operación de kurdización forzosa del norte de Siria. Brigadas kurdas expulsan a los profesores árabes y asirios de las escuelas y los reemplazan con maestros kurdos. Los sirios se rebelan y recurren a los rusos. Estos últimos tratan de restablecer la calma e incluso mencionan una posible federalización ulterior de Siria. Francia brilla por su ausencia.
El 13 de noviembre, exasperada por los repetidos cambios de rumbo de Francois Hollande, Turquía utiliza a la ciudadanía francesa como rehén y ordena la realización de los atentados de París, con un saldo de 130 muertos y 413 heridos.
Escribí entonces:
«Los sucesivos gobiernos franceses han establecido alianzas con Estados cuyos valores son contrarios a los valores de la República Francesa. Los gobiernos franceses sucesivos han ido comprometiéndose progresivamente a librar guerras secretas por cuenta de esos Estados, antes de renunciar a esos compromisos. El presidente Hollande; su jefe de estado mayor particular, el general Benoit Puga; su ministro de Exteriores Laurent Fabius y su predecesor Alain Juppé, ministro bajo el mandato del ex presidente Sarkozy, son actualmente objeto de un chantaje del que sólo podrán librarse revelando en qué implicaron indebidamente al país». [1]Aterrorizado, París regresa apresuradamente al plan Juppé de 2011. Junto a Londres, fuerza, el 20 de noviembre, la adopción de la resolución 2249 en el Consejo de Seguridad de la ONU. Bajo el pretexto de luchar contra el Emirato Islámico, el objetivo es justificar la conquista del norte de Siria para crear allí –finalmente– el seudo Kurdistán hacia donde Recep Tayyip Erdogan podrá expulsar a «sus» kurdos.
Pero Estados Unidos y Rusia retocan ligeramente el texto, de tal manera que Francia y el Reino Unido no pueden intervenir sin ser invitados por Siria –situación que recuerda de inmediato la fracasada operación colonial de 1956, cuando las tropas franco-británicas intentaron ocupar el Canal de Suez con apoyo de Israel y de Turquía, pero tuvieron que retirarse en cuanto Estados Unidos y la URSS fruncieron el ceño.
Durante los 5 meses y medio de intervención rusa en Siria, las relaciones entre Turquía y Rusia empeoraron constantemente. Tienen lugar el atentado contra el vuelo 9268 de Metrojet sobre el Sinaí, las acusaciones de Vladimir Putin en la cumbre del G20 realizada en Antalya, el derribo del Su-24 en el norte de Siria y las sanciones rusas contra Turquía, la publicación de las fotos aéreas de las caravanas de camiones cisterna llevando a través de Turquía el petróleo robado por el Emirato Islámico, etc. Después de sopesar la posibilidad de una guerra contra Turquía, Rusia decide finalmente mostrarse sutil y respaldar al PKK contra el régimen de Erdogan. Serguei Lavrov logra convencer a su interlocutor estadounidense de que hay que aprovechar la inevitable desestabilización en Turquía para organizar el derrocamiento del dictador Erdogan. Sabiéndose amenazado tanto por Rusia como por Estados Unidos, el régimen turco trata nuevamente de buscar aliados. El primer ministro turco, Ahmet Davutoglu, viaja el 5 de marzo a Teherán y el ministro iraní de Exteriores, Mohammad Javad Zarif, llega a Ankara el 18 de marzo. Pero la República Islámica no tiene intenciones de enemistarse con los Dos Grandes.
El 14 de marzo, Vladimir Putin anuncia la retirada de los bombarderos tácticos rusos. Parece que el proyecto de creación de un seudo Kurdistán vuelve a ser posible. Pero Washington y Moscú se adelantan a Ankara y comienzan la entrega indirecta de armamento al PKK.
Colmo de males para Ankara, ahora es la Unión Europea quien ya no quiere oír hablar de colonizar el norte de Siria. La mayoría de los Estados miembros de la UE sigue la política exterior impuesta por París desde hace 5 años, con la ya ampliamente comprobada ausencia de éxito. Como expresión de descontento, varios países, como Bélgica, han concedido asilo político a líderes kurdos de Turquía. También manifiestan su descontento durante la cumbre UE-Turquía, realizada el 17 y el 18 de marzo, donde se ven obligados a aceptar definitivamente una subvención de 3 000 millones de dólares anuales para Ankara.
Yo mismo denuncié entonces el comportamiento de las élites europeas que, cegadas por su obsesión antisiria, reproducen el error cometido en 1938. En aquella época, cegadas por su obsesión anticomunista, apoyaron al canciller Hitler cuando este anexó Austria y durante la crisis de los Sudetes (acuerdos de Munich), sin darse cuenta de que así armaban el brazo que acabaría golpeándolos [2].
https://youtu.be/m_h3XLQF9ws
Mientras se desarrollaba la cumbre UE-Turquía, o sea sin importarle las decisiones que se tomarían, el presidente Erdogan pronuncia un discurso, transmitido por televisión, en ocasión del aniversario 101 de la batalla de Canakkale («la batalla de los Dardanelos», hecho que marcó la victoria del Imperio Otomano sobre los Aliados) y en memoria de las víctimas del atentado perpetrado varios días antes en Ankara. Erdogan declara en ese discurso:
Mientras se desarrollaba la cumbre UE-Turquía, o sea sin importarle las decisiones que se tomarían, el presidente Erdogan pronuncia un discurso, transmitido por televisión, en ocasión del aniversario 101 de la batalla de Canakkale («la batalla de los Dardanelos», hecho que marcó la victoria del Imperio Otomano sobre los Aliados) y en memoria de las víctimas del atentado perpetrado varios días antes en Ankara. Erdogan declara en ese discurso:
«No hay ninguna razón para que la bomba que estalló en Ankara no explote en Bruselas o en otra ciudad europea (…) Lanzo aquí un llamado a los Estados que los reciben con los brazos abiertos, que –directa o indirectamente– apoyan las organizaciones terroristas. Ustedes están alimentando una serpiente en su propia cama. Y esa serpiente que ustedes están alimentando puede morderlos en cualquier momento. Ver en sus televisores bombas que explotan en Turquía quizás no significa nada para ustedes. Pero cuando las bombas empiecen a estallar en las ciudades de ustedes, entonces entenderán ustedes lo que sentimos. Pero ya será demasiado tarde. Dejen ustedes de respaldar actividades que nunca tolerarían en su propio país, y que sólo toleran cuando son en contra de Turquía.» [3]..
Cuatro días después, ocurren los atentados de Bruselas, que dejan un saldo de 34 muertos y 260 heridos. Y, para que nadie crea en una simple coincidencia sino más bien en un acto deliberado, al día siguiente la prensa turca se regocija ante el castigo infligido a Bélgica [4].
Desde que el presidente Erdogan reanudó la guerra civil en su propio país, esa guerra ha segado más de 3 500 vidas en Turquía.
Thierry Meyssan
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[1] «La República Francesa como rehén», por Thierry Meyssan, Red Voltaire, 17 de noviembre de 2015.
[2] «El suicidio europeo ante Turquía», por Thierry Meyssan, Red Voltaire, 21 de marzo de 2016.
[3] Ver un fragmento del discurso: «Amenaza de Erdogan contra la Unión Europea», por Recep Tayyip Erdogan, Red Voltaire, 25 de marzo de 2016.
[4] «Turquía reivindica el baño de sangre de Bruselas», por Savvas Kalederides, Red Voltaire, 24 de marzo de 2016.
[1] «La República Francesa como rehén», por Thierry Meyssan, Red Voltaire, 17 de noviembre de 2015.
[2] «El suicidio europeo ante Turquía», por Thierry Meyssan, Red Voltaire, 21 de marzo de 2016.
[3] Ver un fragmento del discurso: «Amenaza de Erdogan contra la Unión Europea», por Recep Tayyip Erdogan, Red Voltaire, 25 de marzo de 2016.
[4] «Turquía reivindica el baño de sangre de Bruselas», por Savvas Kalederides, Red Voltaire, 24 de marzo de 2016.
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-o-
Dimitris Konstantakopoulos, Katehon
Algunas horas antes de los ataques terroristas de Bruselas, en el otro lado del Atlántico, un artículo bastante sorprendente fue publicado en el sitio web del ultra-agresivo y pro-israelí American Enterprise Institute. Fue escrito por un activista neoconservador conocido con lazos fuertes (al menos en el pasado, pero probablemente también ahora) con Kemalistas turcos, Michael Rubin. El artículo estaba intitulado “¿Podría haber un golpe de Estado en Turquía?”. En él, los militares turcos están todos pero muy comprometidos para derrocar al presidente Erdogan. El autor asegura que no tienen nada que temer de los EE.UU., la OTAN o Europa si lo hacen. También se "describe", para Erdogan y sus asesores más cercanos, un destino no tan diferente que el destino del derrocado presidente egipcio Morsi.
Esta publicación no es algo aislado. El 10 de marzo, dos ex embajadores estadounidenses en Turquía no pararon hasta sugerir un golpe contra Erdogan, todavía le llamaban "reformar o renunciar", como va el título de su artículo publicado en el Washington Post. Uno de los escritores, Edelman, pertenece al núcleo del neoconservadurismo. Se cree que han contribuido en gran medida, desde la barra, a la aparición de Erdogan, cuando las personas influyentes en los EE.UU. estaban buscando una persona más "complaciente" y "amigable" para reemplazar al frente de los islamistas a los expulsados por el ejército del PM Erbakan, también "originales" y también "auténticos". En cuanto al otro co-autor de la pieza en el Washington Post, Mr. Abravomitz, él evitó ser identificado demasiado con los neoconservadores, siendo que su espíritu no parece estar muy lejos de esas posiciones.
Los dos escritores no se están limitando a las -bastante habitual hoy en la prensa internacional- críticas a la política de Erdogan. También se refieren a sí mismo con claridad, aún sea indirectamente, a lo que queda de las corrientes kemalistas dentro del ejército. En la medida que escriben en su artículo “el anunciado intento del Partido AK de responsabilizar al ejército por su comportamiento antidemocrático era un espectáculo de juicio en el que se fabricaron pruebas que sirven para implicar a los oponentes políticos”.
Ambos artículos son notables por su contenido, por las personas que los suscriben y en donde fueron publicados.
El "estado dentro del estado" neoconservador
La AEI fue uno de los principales centros de investigación en los Estados Unidos que prepararon "ideológicamente" la invasión a Irak y la guerra contra el "eje del mal", que el gobierno de Bush había iniciado. Para hacerlo, se había tomado, en ese momento, el pretexto de los ataques terroristas en Nueva York el 11 de septiembre de 2001. Se utilizó la atmósfera política, que prevaleció en los EE.UU. después de los ataques a las torres gemelas, con el fin de cambiar radicalmente todo el eje de la política de Estados Unidos en el Medio Oriente. Tal cambio no podría, por supuesto, pero produjo más caos y más terror, como todos podemos ver ahora en las pantallas de televisión.
Los ataques terroristas son extremadamente útiles para las personas que deseen cambiar las políticas, precisamente porque provocan el terror, perturbando el racional (o habitual, mejor dicho) forma de pensar (?) de los seres humanos.
Rubin ha sido un activista neoconservador muy activo. Entre otras actividades con su trabajó notorio en la Oficina para los Planes Especiales, creado por el secretario Rumsfeld en el Pentágono, para preparar la invasión de Irak y gestionar la situación después. Esta Oficina es un ejemplo muy interesante de los métodos (formalmente legales) utilizados por los neoconservadores para "secuestrar" EE.UU. y eludir su estado normal, habitual, en el recojo de información institucional y los procesos de toma de decisiones. El mismo método se utiliza en muchos otros lugares, como en París, después de la elección del presidente Sarkozy, que llevó a las intervenciones en Libia y Siria. Incluso con Obama, los neoconservadores todavía manejan mucha influencia en Washington y la propia administración.
De hecho los neoconservadores crearon un "estado dentro del estado" no oficial. De acuerdo con un artículo de Greg Miller, reportero en el diario Los Angeles Times (9.3.2004), el Director de la CIA por sí mismo, George Tennet, reveló durante su testimonio ante el Comité de Servicios Armados del Senado, que "una unidad especial de inteligencia del Pentágono proporcionó sesiones privadas de información antes de la guerra a los altos funcionarios de la Casa Blanca sobre presuntos vínculos entre Irak y Al Qaeda sin la debida explicación del director de la CIA". Miller escribe que esta "descripción sugiere que una controvertida oficina del Pentágono jugó un papel más importante de lo que se creía en la formación de puntos de vista de la administración sobre presuntos vínculos de Irak con la red terrorista detrás de los ataques del 11 de septiembre, y que pasó por alto los canales habituales para hacer un caso que entró en conflicto con las conclusiones de los analistas de la CIA ". (1)
La turbulencia en Turquía
Algunas horas antes de los ataques terroristas de Bruselas, en el otro lado del Atlántico, un artículo bastante sorprendente fue publicado en el sitio web del ultra-agresivo y pro-israelí American Enterprise Institute. Fue escrito por un activista neoconservador conocido con lazos fuertes (al menos en el pasado, pero probablemente también ahora) con Kemalistas turcos, Michael Rubin. El artículo estaba intitulado “¿Podría haber un golpe de Estado en Turquía?”. En él, los militares turcos están todos pero muy comprometidos para derrocar al presidente Erdogan. El autor asegura que no tienen nada que temer de los EE.UU., la OTAN o Europa si lo hacen. También se "describe", para Erdogan y sus asesores más cercanos, un destino no tan diferente que el destino del derrocado presidente egipcio Morsi.
Esta publicación no es algo aislado. El 10 de marzo, dos ex embajadores estadounidenses en Turquía no pararon hasta sugerir un golpe contra Erdogan, todavía le llamaban "reformar o renunciar", como va el título de su artículo publicado en el Washington Post. Uno de los escritores, Edelman, pertenece al núcleo del neoconservadurismo. Se cree que han contribuido en gran medida, desde la barra, a la aparición de Erdogan, cuando las personas influyentes en los EE.UU. estaban buscando una persona más "complaciente" y "amigable" para reemplazar al frente de los islamistas a los expulsados por el ejército del PM Erbakan, también "originales" y también "auténticos". En cuanto al otro co-autor de la pieza en el Washington Post, Mr. Abravomitz, él evitó ser identificado demasiado con los neoconservadores, siendo que su espíritu no parece estar muy lejos de esas posiciones.
Los dos escritores no se están limitando a las -bastante habitual hoy en la prensa internacional- críticas a la política de Erdogan. También se refieren a sí mismo con claridad, aún sea indirectamente, a lo que queda de las corrientes kemalistas dentro del ejército. En la medida que escriben en su artículo “el anunciado intento del Partido AK de responsabilizar al ejército por su comportamiento antidemocrático era un espectáculo de juicio en el que se fabricaron pruebas que sirven para implicar a los oponentes políticos”.
Ambos artículos son notables por su contenido, por las personas que los suscriben y en donde fueron publicados.
El "estado dentro del estado" neoconservador
La AEI fue uno de los principales centros de investigación en los Estados Unidos que prepararon "ideológicamente" la invasión a Irak y la guerra contra el "eje del mal", que el gobierno de Bush había iniciado. Para hacerlo, se había tomado, en ese momento, el pretexto de los ataques terroristas en Nueva York el 11 de septiembre de 2001. Se utilizó la atmósfera política, que prevaleció en los EE.UU. después de los ataques a las torres gemelas, con el fin de cambiar radicalmente todo el eje de la política de Estados Unidos en el Medio Oriente. Tal cambio no podría, por supuesto, pero produjo más caos y más terror, como todos podemos ver ahora en las pantallas de televisión.
Los ataques terroristas son extremadamente útiles para las personas que deseen cambiar las políticas, precisamente porque provocan el terror, perturbando el racional (o habitual, mejor dicho) forma de pensar (?) de los seres humanos.
Rubin ha sido un activista neoconservador muy activo. Entre otras actividades con su trabajó notorio en la Oficina para los Planes Especiales, creado por el secretario Rumsfeld en el Pentágono, para preparar la invasión de Irak y gestionar la situación después. Esta Oficina es un ejemplo muy interesante de los métodos (formalmente legales) utilizados por los neoconservadores para "secuestrar" EE.UU. y eludir su estado normal, habitual, en el recojo de información institucional y los procesos de toma de decisiones. El mismo método se utiliza en muchos otros lugares, como en París, después de la elección del presidente Sarkozy, que llevó a las intervenciones en Libia y Siria. Incluso con Obama, los neoconservadores todavía manejan mucha influencia en Washington y la propia administración.
De hecho los neoconservadores crearon un "estado dentro del estado" no oficial. De acuerdo con un artículo de Greg Miller, reportero en el diario Los Angeles Times (9.3.2004), el Director de la CIA por sí mismo, George Tennet, reveló durante su testimonio ante el Comité de Servicios Armados del Senado, que "una unidad especial de inteligencia del Pentágono proporcionó sesiones privadas de información antes de la guerra a los altos funcionarios de la Casa Blanca sobre presuntos vínculos entre Irak y Al Qaeda sin la debida explicación del director de la CIA". Miller escribe que esta "descripción sugiere que una controvertida oficina del Pentágono jugó un papel más importante de lo que se creía en la formación de puntos de vista de la administración sobre presuntos vínculos de Irak con la red terrorista detrás de los ataques del 11 de septiembre, y que pasó por alto los canales habituales para hacer un caso que entró en conflicto con las conclusiones de los analistas de la CIA ". (1)
La turbulencia en Turquía
Según diplomáticos bien informados, que han servido muchos años en Washington y en Turquía, Sr. Rubin entretuvo estrechas relaciones de amistad con los círculos kemalistas de Turquía en el pasado, pero esas relaciones se agitaron cuando los acusó de "traición a Israel". Probablemente permanece ahora en contacto con algunos de ellos.
La publicación del artículo en el sitio web de AEI representa objetivamente primero una amenaza abierta a Erdogan, segundo un estímulo directo a los militares turcos que les gustaría deshacerse de su Presidente y, además, para vengarse de él por lo que hizo contra los kemalistas. Es muy importante como una señal y no se puede excluir que Rubin y los embajadores emiten esta señal en común con sus amigos turcos. Pero, por supuesto, hay una cierta distancia entre el envío de señales de golpes y la puesta en escena. Sólo el tiempo nos dirá cuan largo es.
Hay algunas objeciones formidables para la realización de este tipo de proyectos. Primero, la guerra contra el PKK kurdo ha dado lugar a una alianza táctica entre Kemalistas y Erdogan. Segundo, la sociedad turca no es más de lo que solía ser. ¡La razón por la que el presidente no consiguió la mayoría que quería el año pasado es exactamente el resultado de su propia política! Al atacar y debilitar seriamente el poder tradicional del Ejército en Turquía, Mr. Erdogan a ayudado a desencadenar las fuerzas sociales que resultaron en algunos casos en contra de él, pero que difícilmente apoyarían un nuevo golpe militar, si algunos en el Ejército tienen realmente la capacidad de organizarlo. Tercero, nadie puede estar seguro de las repercusiones que un golpe tal garantizan efectivamente, tanto en Turquía como en lo regional / internacional.
Todo lo que soporte, nadie familiarizado con la historia de Turquía debe excluir totalmente el escenario de un golpe. A más uso de métodos autoritarios del presidente turco, y más intolerante se muestre a sí mismo, más se ampliará la gama de fuerzas sociales que quieran deshacerse de él. Por otro lado, si él se muestra demasiado suave con los kurdos, se alejará del Ejército.
Entre Oriente y Occidente
Al igual que sus puentes en Estanbul, Turquía es un país entre Europa y Asia. Sus líderes tratan, cada uno a su manera, el equilibrio entre esos dos mundos y las dos identidades turcas. Ambos Islamistas y kemalistas a menudo se separan debido a tales contradicciones. Sueñan con ser el mejor amigo de Occidente en Oriente, pero también quieren ser los líderes y representantes del Oriente árabe y musulman en Occidente. Es difícil de lograrlo, especialmente en el contexto de las guerras constantes contra el "eje del mal" y del "choque de civilizaciones".
Recientemente, Erdogan ha visto el colapso de su política tanto en Oriente Medio como su política kurda. Si esto no fuera suficiente, tomó la decisión suicida para bajarse el avión jet de Rusia, así casi destruyendo su “profundidad estratégica”, para usar el término que tanto le gusta PM Davutoglu. En las circunstancias concretas la verdadera profundidad estratégica de él era la casi relación estratégica con Rusia y sus vínculos personales con Putin.
Sigue siendo un gran signo de interrogación. ¿Actuó solo en la decisión de bajarse el chorro o después de haber recibido una "luz verde"? Y si recibió una "luz verde", ¿por quién y con qué propósito?
Más aislado que nunca, después del derribo del avión ruso, Erdogan volvió a Israel. Sin embargo, un acercamiento con Netanyahu plantea también problemas para él. Uno de ellos es ideológico. Segundo es que los israelíes piden un precio a pagar, la ruptura de los lazos con los palestinos de Gaza. Le dan un "regalo" táctico, pero sus concesiones pueden resultar de carácter estratégico. Ya ha cometido el mismo error, la elección de tácticas sobre la estrategia y la ideología, cuando decidió participar en las guerras occidentales contra Gadafi y Assad y él ya ha pagado un alto precio por estas opciones.
En cuanto a los neoconservadores en general, uno sería tonto como para creer que han dejado el lugar debido a que su plan A para Siria (derrocar a Assad, desmembrar el país y la destrucción de Hezbollah) no ha tenido éxito, al menos por el momento, y después de la intervención rusa . Ellos ya están buscando otras maneras de alcanzar sus objetivos estratégicos y ellos irán a tratar de desestabilizar toda la región.
Los neoconservadores tienen una gran ventaja en comparación con sus rivales. A uno no puede agradarle sus objetivos, pero ellos tienen una estrategia clara y persisten en ello. Detrás del caos que producen, hay un fierro, sí terrible orden, hay que reconocerlo. Hasta ahora, sus oponentes no tenían siempre una visión integral, eran más que objetar y protestar, que de perseguir una alternativa. Y no siempre estaban unidos.
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(1) Algunos creen que las mismas fuerzas y los mismos métodos también fueron utilizados para instigar guerras en Georgia y Ucrania. Para aquellos que les gusta "teorías conspirativas", el método utilizado para provocar y "directos" estas crisis tiene una sorprendente similitud con los métodos Finanzas internacionales utilizados para orquestar la "respuesta europea" a la crisis financiera de 2008-9 (destrucción de Grecia!) o para la crisis de refugiados de 2015 (otra vez la destrucción de Grecia!).
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voltairenet
Nubes negras sobre el presidente Erdogan
por Thierry Meyssan
Siguen acumulándose las acusaciones contra el presidente turco Recep Tayyip Erdogan. Mientras que Rusia y Estados Unidos abastecen indirectamente con armas al PKK, se acusa a Turquía de haber ordenado los atentados perpetrados en París y Bruselas, acusación que encuentra confirmación en las recientes declaraciones del propio Erdogan y en un importante testimonio del rey Abdala de Jordania. Por otra parte, Washington acaba de abrir una investigación sobre una enorme malversación de fondos a favor del AKP.
RED VOLTAIRE | DAMASCO (SIRIA) | 1RO DE ABRIL DE 2016
En sólo una semana, nuevos nubarrones vienen a agolparse sobre la cabeza del presidente turco Erdogan.
En primer lugar están las sospechas sobre su responsabilidad en los atentados terroristas perpetrados en París y Bruselas.
En el caso de los atentados de París, se estima que el objetivo era chantajear al presidente francés Hollande por no haber respetado su compromiso de ayudar a «resolver» el «problema kurdo».
En efecto, a principios de 2011, los ministros de Relaciones Exteriores de Francia y Turquía, Alain Juppé y Ahmet Davutoglu, habían firmado un acuerdo secreto que estipulaba las condiciones sobre las guerras contra Libia y Siria. Una de las cláusulas de aquel acuerdo señalaba que Francia respaldaría una solución del «problema kurdo» que no afectara «la integridad territorial de Turquía». En otras palabras, se trataba de crear un nuevo Estado, en territorios pertenecientes a Irak y Siria, para expulsar hacia allí a los kurdos de Turquía. Ese proyecto de limpieza étnica, correspondiente a un viejo plan de los estrategas israelíes, recibió el aval del Departamento de Defensa de Estados Unidos y Robin Wright lo publicó en el New York Times, en septiembre de 2013.
A su llegada al poder, el presidente francés Francois Hollande se comprometió a aplicarlo y, el 31 de octubre de 2014, recibió a Erdogan en la sede de la presidencia francesa, donde ambos se reunieron en secreto con Salih Muslim, copresidente de las YPG [1], a quien prometieron convertirlo en presidente del nuevo Estado. Pero, después de la victoria de los kurdos en Kobane, Hollande cambió de casaca. Recibió en el Elíseo a la otra copresidente de las YPG, Asya Abdullah, fiel al líder histórico del PKK y de los kurdos de Turquía, Abdullah Ocalan. Sin saber todavía bien qué hacer con los kurdos, Hollande decidió utilizar como pretexto la crisis de los refugiados para financiar más ampliamente la guerra contra Siria. En definitiva, la campaña de bombardeos rusos puso fin definitivamente al sueño israelo-franco-turco de creación de un seudo Kurdistán. Tratando de hacerse perdonar de alguna manera, Hollande propuso ampliar el financiamiento de la guerra contra Siria haciendo que la Unión Europea asignara a Turquía 3 000 millones de dólares, con el pretexto de la crisis de los refugiados. Furioso, Erdogan habría ordenado entonces los atentados perpetrados en París, el 13 de noviembre de 2015.
En segundo lugar, numerosos Estados europeos han expresado su irritación ante la política antisiria que Francia impone a la Unión Europea. Bélgica estuvo entre los países más críticos hacia esa política y, como expresión de su desacuerdo, otorgó asilo político a varios líderes del PKK. El proyecto de un seudo Kurdistán parecía nuevamente realizable cuando Rusia anunció la retirada de sus bombarderos tácticos, pero Francia no logró obtener el respaldo de la Unión Europea. En un discurso transmitido por televisión, Erdogan amenazó entonces a Bélgica con explosiones de bombas en suelo belga y ordenó los atentados del 22 de marzo de 2016 en Bruselas.
La tesis de la responsabilidad turca coincide con el testimonio del rey Abdalá de Jordania, registrado el pasado 11 de enero ante miembros del Congreso de Estados Unidos. Según las minutas de ese encuentro, oportunamente “filtradas” a la prensa, el rey de Jordania aseguró que Erdogan está introduciendo combatientes en Europa para extender la yihad a ese continente.
Y, como un problema nunca viene solo, el implacable fiscal de Manhattan acaba de arrestar al hombre de negocios turco-irano-azerí al que la justicia turca había acusado de haber malversado 2 800 millones de dólares en Irán para financiar el partido de Erdogan, el AKP.
Thierry Meyssan
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[1] Las YPG (siglas correspondientes a Unidades de Protección del Pueblo) se componen de combatientes kurdos refugiados en Siria a quienes el gobierno sirio otorgó la nacionalidad siria al inicio de la guerra. Las YPG alcanzaron notoriedad mundial durante la tenaz resistencia que opusieron a los yihadistas del Emirato Islámico en la localidad siria de Kobane, próxima a la frontera con Turquía. Nota de la Red Voltaire.
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